MISCELÁNEO XXXII. LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
Por Beatriz Santos Dieguez
Solo las gratificaciones que promueven la expresión creativa o la
felicidad de otras personas acceden a lo más profundo del ser, demostrándose, a
través de las investigaciones que estas acciones que realizamos a favor de la
felicidad de los demás son una vía rápida para la felicidad duradera (Deepak
Chopra, La Receta de la felicidad)
Una de las teorías más extendidas acerca de la felicidad es
la que surge en la Escuela de la llamada Psicología Positiva.
Autores de esta corriente, entre los que se encuentra Martin Seligman, elaboraron lo que
llamaron la fórmula de la felicidad, destacando en ella tres factores específicos,
susceptibles de cuantificarse en una sencilla ecuación.
La ecuación es la siguiente:
F = P+ C + A
Felicidad =
Predisposición + Condiciones de
vida + Actividades voluntarias.
De acuerdo con los
investigadores, el factor de la predisposición determina el 40% de la experiencia de felicidad
de la persona.
Aparentemente, la Predisposición
es en parte genética (si tus
padres fueron infelices es más probable que tú lo seas), pero no podemos
olvidar la influencia de la infancia
(donde los padres no son los únicos adultos que influencian en estos primeros
años de vida).
Todos hemos oído esta expresión alguna vez y sabemos que intenta significar que todo depende de nuestra percepción de las
cosas y del mundo.
La aplicación de dicha frase, (decimos:
esta persona siempre ve el vaso medio lleno para referirnos a la persona positiva, o esta persona siempre ve el vaso medio
vacío, cuando lo hacemos refiriéndonos a la persona negativa) varía poco con el paso del tiempo, y ello
es debido a que sus raíces están en el cerebro, en nuestras creencias
adquiridas en la infancia.
Las personas
infelices tienen un mecanismo cerebral que interpretan las situaciones como
problemas, mientras que las personas felices tienen un mecanismo
cerebral que interpreta las mismas situaciones como oportunidades.
B.-LAS CONDICIONES DE VIDA. Este factor explica
solo entre el 7% y el 12% de la experiencia total de la
felicidad.
Al igual que los
acontecimientos felices, las circunstancias trágicas no influyen de manera
significativa en el grado de felicidad de una persona a largo plazo, porque los seres humanos tenemos una gran
capacidad para adaptarnos a las circunstancias externas. Este hecho nos emparenta con el término y el significado de Resiliencia.
C.-LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS, o elecciones que hacemos en nuestra vida
cotidiana. Ocupan casi el 50% de la formula de la felicidad.
Solo este factor toma en consideración la vida
interior de la persona y abre la puerta al secreto de la felicidad. Lo que hay detrás de esta puerta es lo que
permitirá contestar a la pregunta de si los humanos somos capaces de gozar de
una felicidad auténtica y perdurable.
A pesar de que la
Teoría de la felicidad más extendida es
esta que acabamos de ver preconizada por la corriente de la Psicología Positiva, no
profundiza lo suficiente en el auténtico secreto de la felicidad, porque
las gratificaciones instantánea (que dependen de cosas externas a nosotros)
declinan rápidamente.
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