MISCELANEO LVI (56).UNA ESTRATEGIA EQUIVOCADA

UNA ESTRATEGIA EQUIVOCADA
Por Beatriz Santos Dieguez

Venimos hablando de las emociones. La Rabia  es una de las emociones primarias.
Una estrategia equivocada
También hemos hablado de aquello que puede provocar la locura, donde el “Doble Vinculo”   juega un papel importante en la investigación sobre la misma.
Y ahora la orbe, nuestro mundo vivido en la tierra,  se nos ha venido encima con una crisis cuyos límites y fronteras están completamente desdibujados, a pesar de lo mucho que tratamos de delimitarlos con nuestras aseveraciones, creencias, postulados, manifestaciones…
Una estrategia equivocadaEn momentos como el que estamos viviendo, la rabia puede adueñarse de nosotros, es normal. Y la locura ronda en ondas acompasadas entre la rabia, la hermandad, la verdad, la mentira, el bulo, lo esencial, lo urgente y lo importante… Todo se mezcla, y todo tiene un sentido para cada uno de nosotros que lo estamos viviendo en una circunstancias en las que estamos convencido no hemos creado… del todo, pues en nuestro fondo sabemos, que nuestro estilo de vida, de alguna manera era imposible llevarlo hasta el infinito.
Estamos viviendo un momento de reflexión, a la vez que en el fulgor de una batalla, un momento extraño, en el que concretamente nuestro país, España, viene extendiéndose desde el 14 de marzo del año en curso (2020). Me estoy refiriendo al Estado de Alarma, con todo lo que este conlleva.
Una estrategia equivocada
Desde el 14 de marzo venimos viviendo un confinamiento casi absoluto de la mayoría, en nuestros hogares, aunque poco a poco se van abriendo puertas y nuestro campo de acción va encontrando, imaginándose oportunidades de andar algunos metros más que los pasillos,  terrazas o jardines (quienes los tengan) de nuestras casas.
Nuestro estado actual, hasta hoy, puede o podría compararse al de una guerra, dicen algunos (no todos). Y en esta metáfora de nuestra actual situación con una guerra puede haber bastante coincidencia: Hay confinamiento por gran parte de la población, y un frente de batalla compuesto por soldados valientes y generosos (enfermos, personal sanitario en general, personal no sanitario encargado del que los hospitales funcionen. A corta distancia tenemos aquellos cuya función consiste en abastecernos, desde transportistas, a quienes nos cobran y atienden en supermercados y tiendas. Policías, bomberos y otros profesionales encargados de la seguridad de todos). Los altos mandos (nuestros gobernantes) son los que andan un poco despistados, a obscuras, en lugar de a la altura.
Existe, por tanto, confinamiento y, existe un frente de batalla. Por tanto, la metáfora puede ser acertada.
Una estrategia equivocada
Consecuencias de cualquier guerra
Pero esta es una guerra diferente, que empezando en una parte del planeta, y habiéndose extendido a estas alturas a la casi totalidad del mismo, sus ejércitos pertenecen a la misma facción, afrontando la misma causa, siendo el enemigo común invisible y silencioso.
Un enemigo que parece burlarse de las estrategias habituales hasta ahora conocidas.

Una Estrategia equivocadaEn las guerras, las que nos cuentan, las que relatan los libros, las que vemos en películas, en televisión, incluso en las que nos relatan o han relatado nuestros abuelos, siempre hay dos bandos: Uno contra el otro. Cuando la guerra termina (no voy a hablar de la devastación que dejan, puesto que es sabido por todos), estamos acostumbrados a oír que hay un bando ganador y otro bando perdedor.
En esta guerra metafórica, ambos bandos (los que se han quedado en casa y los que forzosamente han tenido que salir para defender a los que nos quedamos en ella) son complementarios. En ambos bandos nuestra atención está dirigida a encontrar una herramienta común con la que afrontar y eliminar al enemigo silencioso y sibilino.
Los dos bandos que en esta guerra han surgido, y que en cualquier otra guerra serían enemigos, aquí necesitan colaborar entre ellos, porque de lo contrario el enemigo común (la COVID 19, nos dicen) nos absorberá y triturará a todos.

Una estrategia equivocada
Nuestros gobernantes en estos momentos, en esta situación concreta y en nuestro país, solo parecen estar ocupados por escalar peldaños de poder, mordiendo al contrincante  y mandando mensajes de doble vínculo a sus votantes (de cualquiera de los partidos) con mensajes contradictorios difíciles de digerir e imposibles de poner en práctica.
Nuestros gobernantes están intentando inocularnos, sin que nos demos cuenta, una máxima que en su tiempo pusieron en práctica el político y militar Julio César (que vivió un siglo antes de Cristo),  y posteriormente, muy posteriormente (en los siglos XVIII y XIX) la adoptó el también militar y estadista francés Napoleón Bonaparte: “Divide y vencerás”.
Una estrategia equivocada
“Divide y vencerás”, tiene como principal característica crear y alimentar controversias y disputas entres las facciones[1], contribuyendo con ello al debilitamiento y deterioro de las relaciones entre las facciones, grupos o  tribus dominadas. De esta manera producen la dificultad de crear alianzas o coaliciones entre ellas, ya que si esto se hace realidad podría llegar a cuestionar el orden establecido (y el orden establecido aquí no es el imperante sino el que cada uno enarbola como bandera propia).
Estamos en tiempo de guerra sí,  si así podemos hacernos comprender y llevar  mejor esta situación, pero los tiempos, (no ya desde Julio Cesar, ni de Napoleón, sino desde nuestra última guerra oída, o visionada) han cambiado, y sobre todo el conflicto que nos ha llevado a ella. Es un conflicto diferente, por lo que las estrategias a seguir son diferentes.
La calidad del enemigo amerita de improvisaciones en la actuación puesto que su adaptabilidad y comportamiento es desconocido. Y lo vamos conociendo a medida que se pasea por la población.

Una estrategia equivocada

Si quienes están al cargo de la tropa (altos mandos. Nuestros gobernantes en general) no son capaces de ponerse de acuerdo en cómo actuar para encontrar soluciones, nuestra misión dicta mucho de ser los voceros de lo que sus ideologías pregonan en el congreso.
Ni por sacar lo mejor de nosotros mismos en situaciones difíciles se nos puede acusar de ser ignorantes y malos ciudadanos por no querer ver lo que está pasando, ni por convertirnos en voceros de ideologías que pertenecen a otros llevar a cabo en estos momentos, enarbolando banderas de distintos colores se nos puede discriminar. Pero sí es necesario tener claro que la posición que nos ha tocado vivir es esta,  y que en ella lo único que puede hacer que encontremos  salida hacia lo que ya se está llamando “nueva realidad” es nuestra condición de humanos.
UNa estrategia equivocada
La unión como estrategia a seguir
Nuestra misión (la de los dos bandos en los que la población estamos implicados) ha de ser llevada en una misma dirección: Unión, unión y unión.
Sin la meta comun de mantenernos unidos, si no es la COVID 19 aparecerán otros tipos de virus en forma de guerras fratricidas y otras guerras, que facilitarán la eliminación entre nosotros sin más causa que la que otros pretenden.




[1] Facción: en una de sus acepciones dícese de  bando de gente que se separa de un grupo por no estar de acuerdo con sus ideas y se opone a ellas de modo violento.

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