MISCELÁNEO LIII (53). CORONAVIRUS. EL MIEDO
CORONA VIRUS. EL MIEDO.
Por Beatriz Santos Dieguez
Todas las emociones (las básicas
fundamentalmente) tienen un cometido, y nos transmiten mensajes que hemos de
detectar. Sirvieron y seguirán sirviendo.
El miedo es una de las emociones
básicas.
Las
emociones básicas son aquellas que
los humanos compartimos con otros mamíferos (no así con los reptiles que solo poseen instintos básicos como
atacar, huir, comer o reproducirse).
A diferencia de otros mamíferos, los seres
humanos podemos racionalizarlas (lo cual solo es aconsejable en casos como al
que va dirigido este post).
Además
de este compartir con otros mamíferos, las denominamos emociones básicas porque sin ellas nos hubiésemos extinguido como
raza. Es decir, son necesarias hoy día para nuestra supervivencia, y lo fueron
desde el principio de los tiempos para que hoy nosotros pudiésemos estar aquí.
Por ello, anularlas negarlas, taparlas,
rechazarlas o simplemente anestesiarlas
nos llevaría a la hecatombe como raza y como civilización, de igual
manera ocurre cuando nos quedamos anclados, aprisionados en ellas sin poder
salir.
El
miedo permitió a nuestros antepasados, al encontrarse con una situación de
peligro, optar por la lucha o huida.
Cuando nos
quedamos paralizados, los demás pueden movernos de un lado a otro
sin que nosotros podamos hacer nada.
Los seres humanos nos organizamos en
sociedades, las cuales,
con el paso del tiempo dejan su marca a través de lo que hemos llamado civilizaciones.
con el paso del tiempo dejan su marca a través de lo que hemos llamado civilizaciones.
Una
civilización es un conjunto de
costumbres, ideas, creencias, cultura y conocimientos científicos y técnicos
que caracterizan a un grupo (sociedad) humano en un momento de su evolución
(diccionario de la RAE).
Nosotros
ahora vivimos en una civilización
determinada que dejará su marca a nuestros bisnietos o tataranietos…como
tal. En esta, nuestra civilización, hemos llegado a un punto álgido en el que
nuestros conocimientos científicos y técnicos parecen tocar el cielo. Hemos
llegado a la luna con aparatos impensables, o que pertenecían a la pura
fantasía de nuestros antepasados, aunque éstos observasen el vuelo de las aves
y otros animales voladores con la intención de imitarlos.
Estamos
en un momento clave de la historia de la humanidad (como lo estuvieron en otro
momento otras civilizaciones), en un momento en el que empezamos a darnos
cuenta que todo cambia permanentemente, y que este cambio escapa de nuestras manos por más que queramos atraparlo.
Este
cambio ha existido siempre, y
seguirá existiendo, solo que ahora somos más conscientes porque nuestra
sociedad nos permite darnos cuenta de ello. La globalización y los medios de comunicación son responsables de
ello en gran medida.
Aquí
radica el problema de nuestra sociedad:
el cometido real de algo (acontecimiento) puede manipularse. Y lo que en
principio es algo tremendamente positivo se convierte en un acicate para la
desorganización total.
Las emociones
que tanto nos han ayudado, pueden convertirse en la materia prima de determinados intereses.
La emoción más poderosa es el miedo porque una vez que se extiende ya no se puede controlar. Cuando a un nivel simbólico le metemos en una probeta y experimentamos con él, lo que de ahí sale es el pánico.
La emoción más poderosa es el miedo porque una vez que se extiende ya no se puede controlar. Cuando a un nivel simbólico le metemos en una probeta y experimentamos con él, lo que de ahí sale es el pánico.
Del
miedo se sirven muchos sectores para
llevarnos donde ellos quieren.
Es difícil dar con la cabeza iniciadora y mucho
más difícil averiguar los motivos que llevan a ello, porque hay redes
específicas encargadas de la propagación y que posteriormente se diluyen sin
dejar rastro.
Lo
que acabo de exponer suena como las trompetas que anuncian el apocalipsis, sin
embargo, la intención es muy distinta.
El
Coronavirus o COVID- 19 tuvo su origen en China (así nos informaron), donde se
hizo un intento de controlarlo. Cuando parece controlado, la expansión a través
del contacto con el foco original se extiende.
Un
segundo brote en Italia, algunos sin conexión con el brote original.
Ahora ya
nos informan que puede aparecer en cualquier parte del planeta sin necesidad de
haber estado en China o tener contacto con alguien que estuvo allí.
¿Vamos a morir todos?
Comentarios
Publicar un comentario