MISCELÁNEO LVII (57). EMOCIONES SOCIALES. LA VERGUENZA Y LA GRATITUD

EMOCIONES SOCIALES: LA VERGÜENZA Y LA GRATITUD
Por Beatriz Santos Dieguez

El mundo de las emociones es complejo.

Emociones sociales. la verguenza y la gratitud

Por una parte tenemos una emocionalidad individual donde cada uno sentimos subjetivamente (aquí están la emociones primarias o básicas, de cuyo papel fundamental en la supervivencia ya hemos hablado), independientemente del estimulo que se presenta (por ejemplo, yo puedo sentir miedo ante las tormentas y mi pareja no). 
Por otra, existe una emocionalidad colectiva, fruto de la relación con otras personas, estas son las que denominamos emociones sociales.
Nuestra emocionalidad individual prepara al organismo para la acción.
La emocionalidad colectiva, como su nombre indica,  surge en relación con otras personas.
Emociones sociales. La vergüenza y la gratitud
Las emociones sociales son fundamentales para forjar las relaciones de grupo y están relacionadas con una valoración o juicio (positivo o negativo) del propio Yo, es decir, con un criterio de cómo debería actuarse en una situación particular. Exigen, por tanto, una cierta conciencia de la propia identidad y desde lo que se está sintiendo desde el punto de vista socio -afectivo.

A diferencia de las emociones primarias que al ser innatas surgen de forma inconsciente, las emociones sociales son más conscientes, puesto que su conocimiento y adecuada gestión tiene un gran componente educativo en el que la familia, la escuela y la sociedad en general tienen un papel relevante, ya que en estos sistemas existen ciertas normas de socialización que favorecen y delimitan el desarrollo de dichas emociones.

Algunas investigaciones relacionan las emociones sociales con las denominadas “neuronas espejo” también llamadas “neuronas de la empatía” las cuales se activan al observar el comportamiento de otras personas.
Detrás de las emociones sociales siempre hay una valoración ética relacionado con lo que debería o no ser correcto, y dependen en gran medida de cómo nos sintamos valorados por los otros.
Emociones sociales. La vergüenza y la gratitud.
Antonio Damasio
Según la clasificación que  Antonio Damasio hace, las emociones sociales positivas son:
La simpatía, el orgullo, la gratitud y la admiración.
Siendo emociones sociales negativas la culpabilidad, los celos, la envidia, la indignación el desprecio y la vergüenza.
Dicha clasificación no es exclusiva, por lo que podemos añadir otras  como: la inseguridad, la vulnerabilidad, el pudor, el bochorno, enamoramiento, etc.
Más abajo doy unas breves pinceladas a dos emociones sociales de la clasificación realizada por Antonio Damasio. Una considerada negativa, la vergüenza,  y otra positiva, la gratitud.

Emociones sociales. La Vergüenza y la gratitud
La Vergüenza. Aparece tarde en el desarrollo evolutivo. Es una reacción negativa que se dirige hacia uno mismo.
Como toda emoción social, se aprende de la familia, la escuela, los amigos, el grupo social al que pertenecemos, etc.
Es un sentimiento penoso de pérdida de dignidad por alguna falta cometida por uno mismo, pero también puede desencadenarse por una humillación o algún insulto.
Hay distintos tipos de vergüenza.
1.-Nos da vergüenza cuando hacemos algo malo moralmente reprochable; hacer trampas, robar, etc. Pero también puede ocurrir que nuestro sistema moral sea muy estricto y ante pequeñas acciones que se salen de la norma sin perjudicar a mayores, nos sentirnos avergonzados por hacer algo que creemos perjudica a los demás.
Emociones sociales. La vergüenza y la Gratitud2.-Cuando nos encontramos en una situación en la que sentimos estamos haciendo el ridículo; hablar en público, expresar mis sentimientos (y que no sean correspondidos), que la gente me mire etc.  Este tipo de vergüenza sería objeto de poder tratarse terapéuticamente (pues tiene un componente de exceso) y solucionarse.
3.-Lo que se denomina Vergüenza ajena que aparece cuando otra persona o grupo allegado hace algo impropio de la ocasión, en un contexto determinado.

Emociones sociales. La vergüenza y la GratitudLa gratitud. Se apoya sobre la base de que los seres humanos nos necesitamos mutuamente.
Implica una suerte de deuda moral con quien nos hace bien, estando abiertos a la posibilidad de corresponder por el beneficio recibido, sin que ello signifique “un dar porque te debo o me distes”.
 Para experimentarla se requiere una serie de procesos complejos de la mente, en los que es necesario poseer un sistema de valores éticos en donde estén resueltos los conceptos de dar y recibir junto a una renuncia a la visión egocéntrica de la vida.
Hay quien la considera una virtud reservada para las inteligencias (emocionales) mejor desarrolladas, que  solo pueden experimentar aquellos que poseen un espíritu y valores elevados, producto de haber desarrollado una ética de cooperación en lugar de una actitud de competencia y confrontación.
Emociones sociales. La vergüenza y la gratitud.

Las personas que experimentan la gratitud suelen ser generosas, reconociendo la ayuda mutua como un valor importante: además de apreciar la ayuda que reciben también están dispuestos a ayudar a otros. Tendiendo siempre  a elegir ver lo mejor de las personas y guardar esto en su memoria.
Por todo ello, se dice que la gratitud es una virtud que suelen tener los mejores.



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