LÍNEA PSICODINÁMICA XXIX. PROCRASTINACIÓN
PROCRASTINACIÓN
Por Beatriz Santos Dieguez
Procrastinar es la acción o el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
El término procrastinación proviene del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus,
referente al futuro. Significa aplazar.
En Psicología se aplica para definir la sensación de ansiedad generalizada ante una tarea pendiente de concluir.
Normalmente, la persona procrastinadora percibe las tareas a realizar como estresantes e incómodas.
Aquello que posponemos puede ser percibido como aburrido,
desafiante, abrumador, inquietante, peligroso, difícil…, en definitiva,
estresante,
con lo cual nos auto justificamos posponiéndolo
a un futuro idealizado por actividades ajenas a su cometido (generalmente
más agradables).
El psicólogo Willian J. Knaus indica que las raíces de las conductas de postergación y evitación son la autoduda y la baja tolerancia a la tensión.
La Autoduda se va
desarrollando en el contexto de la vida cotidiana, conduciéndonos a una conclusión irracional, como por ejemplo
“todo lo que yo haga, tiene que ser hecho de forma fácil y de excelente
calidad”
La Baja tolerancia a
la tensión tiene lugar cuando nuestras metas se hacen difíciles de lograr o
cuando existe algún tipo de obstáculo o bloqueo en nuestros logros.
Por ese motivo, simultáneamente vamos a intentar neutralizarlo, procurando poner fin a la tensión que estábamos experimentando en ese momento evitando o procrastinando.
Todos, en algún momento, hemos procrastino, pero hay personas
especialistas en postergar. Estos últimos son los procrastinadores crónicos, cuya conducta evasiva es constante y repetida en el tiempo, lo cual
provoca una sensación de caos, de no poder llegar a todo y de frustración, con
los consecuentes sentimientos de
insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento.
La procrastinación puede aparecer como Síntoma
o como Síndrome.
La Procrastinación como Síntoma de algún otro trastorno como TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o la Depresión, aparece como consecuencia del trastorno primario (TDAH o depresión), como un síntoma más.
La Procrastinación como Síntoma de algún otro trastorno como TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o la Depresión, aparece como consecuencia del trastorno primario (TDAH o depresión), como un síntoma más.
En la Procrastinación
como Síndrome[1] estarían
los procrastinadores
crónicos, los cuales presentan un trastorno
del comportamiento, (concretamente las conductas
adictivas) cuya raíz está en el
estrés que se produce al asociar la acción
a realizar con la incomodidad
que esta nos supone.
Las conductas
adictivas o adicciones sin sustancias (Juegos online, ordenador en general,
teléfono móvil, ludopatía, compras compulsivas etc.) es una línea de investigación muy actual
que pone de manifiesto como éstas están relacionadas con la procrastinación: en
ambas, la principal característica es la Evasión.
El proceso es el
siguiente:
Para evitar el
malestar que la situación o tarea a realizar nos supone, la manera más
rápida de hacerlo es buscando estímulos
que nos aporten bienestar inmediato, como ir de compras, navegar por
internet, etc.
Esta manera de proceder va creando una dependencia de estas actividades
tomándolas fácilmente como refugio y pudiendo crear un trastorno
psicológico.
Quien pospone o procrastina crónicamente suele aducir que lo
hará en cuanto tenga tiempo, pero en el fondo lo que presenta es una conducta evasiva.
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