LÍNEA PSICODINÁMICA XXVIII. COMPULSIÓN A LA REPETICIÓN: Del Círculo vicioso a la Espiral.

COMPULSIÓN A LA REPETICIÓN. Del círculo vicioso a la espiral.

Por Beatriz Santos Dieguez

Compulsión a la repetición. Del círculo vicioso a la espiral

¿Quién de nosotros no se ha encontrado en más de una ocasión repitiendo las mismas situaciones problemáticas sin saber cómo salir de ellas? Y todo, a pesar de darnos cuenta que vamos al mismo lugar como empujados por una fuerza irreprimible.
La Compulsión es un impulso o deseo intenso de hacer una cosa.
Este tipo de repetición o compulsión a la repetición es un concepto procedente de la metapsicología freudiana,  que a todos nos ha golpeado en ocasiones sin saber por qué ni como elegir otras vías más sanas, menos dañinas…
Para Freud las características fundamentales de las pulsiones son su indestructibilidad y  su carácter conservador. Debido a ello, el sujeto se sitúa en situaciones penosas, repitiendo así experiencias antiguas, sin recordar el prototipo de ellas, sino al contrario, con la impresión muy viva de que se trata de algo plenamente motivado por lo actual.

Compulsión a la Repetición: del círculo vicioso a la espiralCuando Freud está elaborando su teoría,  la compulsión a la repetición se considera como un factor autónomo, irreductible, como una dinámica conflictual en la que sólo intervendría la interacción del principio del placer y el principio de realidad. Sin embargo, se da cuenta, que lo que se reitera son experiencias displacenteras (pulsión de muerte o Tánatos), por lo que resulta difícil comprender en que instancias de la psique (psiquismo)la persona que pasa por esta situación encuentra placer, cuando en verdad se produce todo lo contrario.
S. Freud utiliza el concepto de compulsión a la repetición para intentar dar un fundamento al:

Impulso de los seres humanos a repetir actos, pensamientos, sueños, juegos, escenas o situaciones desagradables o incluso dolorosas.

Cuando uno recibe determinada información cuando es pequeño, tiende a repetirlo cuando adulto (estamos en el campo de las creencias). Vamos buscando reemplazos de las primeras figuras, figuras paternas, pero ello se produce de forma inconsciente. De lo que estamos conscientes es de que estamos equivocados y vamos de cabeza a ello porque no tenemos elementos o herramientas para salir de este “círculo vicioso”.
La intención consciente de la persona que repite las historias displacenteras es conseguir diferente resultado, pero  esto se produce de manera consciente, y el inconsciente continúa ahí agazapado y dirigiendo, por lo que inevitablemente los resultados serán los mismos.
Volvamos a Freud, para podernos centrar en la solución más que en el problema.

Compusión a la Repetición: del circulo vicioso a la espiralLa primera mención hecha por Freud en sus textos del concepto compulsión a la repetición data del año 1914, de “Recordar, repetir, reelaborar”.
Más tarde, en 1920 en “Más allá del principio del placer”, en el contexto de la “pulsión de muerte” define la repetición de manera más completa y en relación tanto con la pulsión de muerte como con el concepto de resistencia y sus consecuencias en la cura (proceso de cambio que se da en la relación terapeuta-paciente).

Compulsión a la Repetición: del círculo vicioso a la espiral.
Freud se pregunta de donde proviene la resistencia del síntoma neurótico, por qué es tan resistente a pesar de que supuestamente produce el sufrimiento del paciente,  y concluye que habría que liberarse de la concepción errónea de que al luchar contras las resistencias se trataría de luchar contra las resistencias del inconsciente.
Las resistencias se manifiestan en lo actual. Al darse cuenta de ello,  Freud abandona el campo de las consideraciones descriptivas e insiste en la necesidad de una consideración dinámica, donde ya no aparecen como términos de la contradicción el consciente y el inconsciente, sino que a partir de este momento estos términos son el Yo y lo reprimido.

EL Yo se describe con sus componentes consciente e inconsciente, y este razonamiento abre la puerta y permite a Freud enunciar dos cuestiones fundamentales de la teoría:
-Las resistencias del analizado (paciente o consultante) provienen del Yo.

Compulsión a la Repetición: del círculo vicioso a la espiral
-La compulsión a la Repetición se puede adjudicar a lo reprimido inconsciente (pulsión de muerte).
En el inconsciente están nuestras creencias (la mayoría limitantes). Por tanto, para vencer las resistencias que el paciente manifiesta en el proceso de cura (terapia) hay que retrotraerse al pasado para llegar a esas creencias (mediante lo actuado en la consulta) que son las que hacen posible las resistencias.

Aunque esto parece un juego de palabra, es aquí donde se encuentra la clave del posible cambio que es el que se busca  en psicoterapia.

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