LÍNEA PSICODINÁMICA XXVI. PSICOPATÍA: BREVES PINCELADAS

PSICOPATÍA: Breves pinceladas

Por Beatriz Santos dieguez

Psicopatía
La revisión histórica del término Psicopatía nos muestra que es un concepto esquivo, con matices tanto moralistas como atavistas.
En medicina, la moralidad  de los síntomas o conductas de un paciente debe ser irrelevante (Gunn, 1998).
Los matices morales del término Psicopatía (psicópata =malo) procede de los pensadores del siglo XIX y las dos primeras décadas del siglo XX, que estaban firmemente empeñados en hallar una base fisiopatológica o fisionómica (tener cara de psicópata,  cara de delincuente…), y/o  una base patológica de índole psicoanalítica (traumas infantiles, por ejemplo) como causante de lo que hoy conocemos como psicopatía.

PsicopatíaEn la actualidad sabemos que esto no es así: El psicópata no tiene unos rasgos fisionómicos concretos, ni  su conducta se debe a traumas, sino más bien a unas características de personalidad determinadas.

  La Psicopatía es “cualquier cosa”,  menos una entidad Psicopatológica, es decir, no es un trastorno mental, pero su repercusión social, tanto a nivel jurídico  como a nivel cotidiano e individual  es enorme.
 Dicho Síndrome, si así podemos llamarlo,  conlleva la intervención de un amplio abanico de servicios que van desde el sistema judicial y penitenciario hasta los sistemas de salud mental y bienestar social (Hare, 1996).
Aunque existe una amplia literatura al respecto, las conclusiones en relación a una posible intervención son escasas y confusas, siendo ello debido al enfrentamiento que existe entre las  dos aproximaciones (la basada en la personalidad y la basada en la conducta) que se dedican al estudio y conceptualización  de la psicopatía.
Desde la aproximación basada en la personalidad, el énfasis se dirige a rasgos tales como la ausencia de sentimientos de culpa, la insinceridad, la incapacidad para establecer relaciones profundas con otras personas, la ausencia de miedo, la frialdad emocional, etc.
El máximo exponente de la aproximación basada en la conducta se encuentra en los criterios de las distintas versiones del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DSM de la APA (Asociación americana de Psiquiatría) cuyo acento está centrado en la historia o antecedentes de conducta antisocial y criminal: agresividad física, robo o actos vandálicos, tanto en la edad adulta como durante la infancia, etc.
Existe una tercera aproximación que concilia ambas posturas, la cual es  ampliamente aceptada por la comunidad científica. Es la propuesta por Robert Hare, quien, a su vez, sigue y reedita de alguna manera los argumentos de Harvey Cleckley.

PsicopatíaHarvey Cleckley, en su libro “The Mask of Sanity” (Máscara de la cordura) expone una visión  diferente de cómo era visto hasta entonces el psicópata, señalando que la presencia de conductas violentas graves no es característico de estos sujetos. Mediante su investigación se pone en entredicho que la conducta antisocial y destructiva, por sí misma, sea suficiente para establecer un diagnóstico de psicopatía (Cleckley 1976), aconsejando distinguir la psicopatía de la criminalidad común.

Desde el punto de vista de Cleckley  la desviación emocional-interpersonal son más importantes que la presencia de una marcada desviación social en la definición de la psicopatía, y aunque este aspecto hoy sigue estando  en controversia,  está claro que su punto de vista e investigaciones suponen  una inflexión y han sido la base de posteriores criterios empleados en las distintas clasificaciones que se han ido desarrollando al respecto.

Psicopatía
Al día de hoy  el único instrumento que mide con mayor fiabilidad la Psicopatía es el PCL o Escala de Hare.



Comentarios

Entradas populares