MINDFULNESS XCI: PRÁCTICA DEL SILENCIO
PRÁCTICA DEL SILENCIO
Para empezar a meditar es necesario:
Aprender primero hacer silencio, aprende a escucharte.
Intención de
encontrar el momento, los momentos más apropiados del día así como el lugar en
el que esta intención puede desarrollarse.
El lugar ha de
ser silencioso, tranquilo, íntimo. La Intención nos dirige a una práctica
de unos minutos que favorecen cultivar la
atención plena, la conciencia y la presencia.
Se trata de adoptar
una posición que nos permita dejar que el
Silencio se presente, florezca en plenitud.
Permitir aflorar el silencio implica darnos unas pequeñas
vaciones de la presión externa que
normalmente nos agobia.
Durante los minutos que meditamos nos desacoplamos del mundo
externos, rompemos el circulo de acción- reacción en el que normalmente nos vemos atrapados, dejamos de hacer y comenzamos a morar en el
ser: Esto es el silencio.
En el Ser sencillamente
somos en el momento presente (aceptándolo sin pretender cambiarlo).
Vamos a poner la Intención de que la quietud que comenzamos a asumir con nuestro cuerpo en la
postura, pueda ser acompañada de cierta dinámica interna.
¿Qué es esto de la Dinámica interna? Es tratar de hacer desde el No hacer.
Dirígete al lugar elegido y
adopta una postura digna contigo mismo/a. (Enlaza con post LXXXVII de Mindfulness. Borro esto al publicar)
COMENZAMOS
Comienza a escanear tu cuerpo de arriba a abajo.
Ve llevando intencionadamente la atención a la respiración:
A cada Inhalación, a cada Exhalación.
Solo las sensaciones
(que te producen la Inhalación y la Exhalación)
El primer aspecto a comenzar a detener, a dejar que surja y vaya silenciándose es la palabra, es la voz
interna que a veces se transforma en ruido.
Date cuenta de una manera compasiva, de una manera gentil, de
la aparición de contenidos ideacionales: conceptos, ideas, voces, que tienden a
tomar el control sobre determinadas situaciones aunque estas ya hayan pasado.
Deja que surjan, que afloren.
Deja que poco a poco
se vayan silenciando a partir de una atención puesta en la respiración.
Intenta ahora por un
momento dirigir la atención conscientemente, intencionalmente:
-A los sonidos que te rodean, o
-A las sensaciones físicas que aparecen.
Intenta mover el foco atencional intencionadamente, simplemente dejando que las cosas aparezcan, los fenómenos aparezcan dentro de un marco de profundo silencio e intimidad contigo mismo.
Poco a poco, con paciencia, dejando que el SILENCIO HAGA SU PRESENCIA
Conecta por un
momento con los sonidos que te rodean, o con las sensaciones de tu cuerpo, impregnando de silencio ese contacto, ese encuentro.
Solo la experiencia vivida, sin voces, sin
ruidos…
Pon al menos la INTENCIÓN.
Solo LA EXPERIENCIA, la enorme experiencia dentro de la quietud,
dentro de la EMERGENCIA DEL SILENCIO.
Regula tu atención momento a momento y sigue conectado a los
sonidos, a tu cuerpo.
Date cuenta que cuando te desconectas de la atención a los
sonidos y a tu cuerpo aparece nuevamente el pensamiento, el diálogo interno de
forma reactiva y automática, de una mente que está en permanente modo de hacer,
y que a través de Mindfulness estamos Reeducando.
Vuelve a la sensación en el cuerpo, vuelve a los sonidos. SIENTE, siente…
Tal vez puedas comenzar a percibir en el transcurso de esta meditación, con el cultivo de la inacción, de la quietud,
de la atención a la experiencia que el silencio no es ausencia de ruido.
Quizás puedas darte cuenta que el Silencio no tiene tanto
que ver con la superficie como con el fondo.
Mientras en la superficie podemos estar sintiendo, viviendo,
en el interior estamos teniendo una actitud profunda e íntima de contacto con ese sentir, con esa
experiencia, pero sin distorsionarla, sin apabullarla, sin invadirla.
Por un momento, ahora conecta con todo. No mantengas solo la
atención a un objeto de la mente.
Ábrete intencionadamente a toda experiencia que llegue desde ese mundo de fondo, desde esa quietud dinámica, observadora, pacífica.
Ábrete intencionadamente a toda experiencia que llegue desde ese mundo de fondo, desde esa quietud dinámica, observadora, pacífica.
Reconoce todo lo que llega
Deja que las cosas aparezcan y se desenvuelvan, pero no
permanezcas aferrado/a a ninguna de ellas.
Date cuenta que al estar conectado profundamente con cada
experiencia, al estar la atención dinámicamente conectada con cada experiencia,
con cada fenómeno, la palabra se vuelve innecesaria.
Se vuelve innecesario el ruido, la voz mental.
TERMINANDO
Haz tres rotaciones lentas, lentísimas de los hombros hacia
atrás. Y cuando hayas terminado tres lentísimas rotaciones de hombros hacia
delante.
Mueve hacia un lado y hacia el otro la cabeza.
Cuando estés preparado/a abre tus ojos y tómate unos
momentos para darte cuenta del lugar en el que te encuentras y para reubicarte.
POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:
Mindfulness XXVIII; Las drogas y sus receptores
Mindfulness XXIX: La auto-aceptación
Mindfulness XXX: Los cannabinoides. Su cara amable
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Mindfulness XXX: Los cannabinoides. Su cara amable
Mindfulness XLII: Adicciones. Los neurotransmisores. La dopamina
MindfulnessXLII. Adicciones: Craving versus síndrome de abstinencia
Mindfulness XLIV. Mindfulness como herramienta de trabajo en las adicciones
MindfulnessXLV. Mindfulness. La Meditación como Proceso
Mindfulness XLVI. Practica: las cuatro tendencias de la mente
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