LÍNEA PSICODINÁMICA LXXXI. FASE FÁLICA. DESARROLLO PSICOSEXUAL. FREUD
FASE FÁLICA
DESARROLLO PSICOSEXUAL. FREUD.
Por Beatriz Santos Dieguez
Freud
sitúa, en tiempo, la fase fálica (3-6 años mas o
menos) tras la fase anal (18 meses y los 3-4 años).
En la fase fálica el infante desarrolla una curiosisdad por sus partes íntimas. Niños y niñas empiezan a darse cuenta de las diferencias sexuales.
En la fase o etapa fálica se producen determinados fenómenos o avances que van a contribuir posteriormente al desarrollo de la personalidad.
De hecho, según una
ortodoxia que hoy dia está desarrollada de forma más dinámica y, por tanto, superada, se indicaba que la personalidad estaba
totalmente constituida a los 5-6 primeros años de vida sin mayor posibilidad de
cambio. Hoy se sabe que eso solo pertenece a la ortodoxia de una corriente,
como es el psicoanálisis, que hoy dia ha avanzado al punto de que quienes
trabajamos o hemos trabajado con dicha corriente comprobamos que es
perfectamente asumible el hecho de un cambio a cualquier edad (si es cierto que
cuanto más edad más difícil es cambiar nuestras creencias (enlazar con el post las creencias) siempre que la persona
esté dispuesta a a realizar dicho cambio.
ETAPA FÁLICA
El desarrollo de la inteligencia y del lenguaje en esta etapa va a
contribuir a la aparición de la capacidad de imitación, que junto al Complejode Edipo, con todo lo que el
implica, tendrán un papel fundamental en
la estructuración de la personalidad y
en la orientación del deseo sexual.
El Complejo de Edipo es el conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus
padres.
En su forma llamada positiva, el complejo se presenta como la histórica del Mito de Edipo Rey : Deseo de muerte del rival que es el personaje del mismo sexo. El niño se enamora de su madre y abriga deseos de muerte hacia su padre a quien ve como un rival y teme ser castigado por querer que este desaparezca.
Estos deseos de muerte o
desaparición del padre del sexo opuesto
provocan un profundo sentimiento de
culpa. Culpa por haber cometido
un crimen que no ocurrió y que biológicamente es imposible realizar.
En su forma
negativa, se presenta a la inversa: amor hacia el progenitor del mismo sexo y odio y celos hacia el progenitor
del sexo opuesto.
Freud
asigna al Complejo de Edipo tres
funciones fundamentales:
1.- La elección del objeto de amor según las identificaciones que se
realicen durante el mismo y la Prohibición
del Incesto (del que hablaremos en otro momento)
2.-El acceso a la genitalidad mediante la resolución del Complejo de Edipo a través de la identificación.
3.-Los efectos sobre la estructuración de la personalidad.
El lenguaje y su utilización van a permitir al infante pensar mediante un diálogo interno que le llevará a
investigar y explorar mediante la observación, y las preguntas.
Mediante la imitación, el infante aprende a
comportarse según su sexo y entender las conductas del mismo.
Al imitar la conductas de los progenitores están probando diferentes
comportamientos que le van a permitir aprender normas de conductas adecuadas a
su sexo, porque es en esta etapa cuando el infante empieza a darse cuenta de
las diferencias sexuales entre las
personas, descubriendo que pertenece a
un sexo determinado.
El
descubrimiento del sexo lleva al niño (a) a explorar y conocer más: Empieza a clasificar a hombres y mujeres incluyéndose en uno u otro sexo por comparación.
En la fase fálica el infante inicia
una actividad masturbatoria. Pasan mucho rato tocándose los genitales. Ello es debido no solo all placer que les proporciona, sino
porque lo han descubierto y quieren explorarlo y conocerlo.
En la elaboración del Complejo de Edipo el niño y la niña se dan cuenta de que
pareciéndose al padre del mimo sexo pueden lograr que el padre de sexo opuesto
ser enamore de el o ella, apareciendo también una modalidad de relación social: la Conquista:
“El
infante aprende a conquistar y a competir para alcanzar una meta y esto le
produce placer”
Junto al Complejo de Edipo viene asociada la prohibición del incesto y la castración como castigo. Es decir, el infante reprime su deseo hacia el progenitor
del sexo opuesto porque a través de la
imitación se han dado cuenta de las características culturales y
comportamentales que caracterizan a cada sexo.
La fase fálica se caracteriza por una unificación de las pulsiones
parciales bajo la primacía de los
órganos genitales, pero a diferencia de la organización genital puberal, el
infante solo reconoce un órgano sexual: el masculino.
Freud
considera que en esta etapa hay una
organización muy parecida a la del adulto: el infante elige un objeto sexual externo, dirigiendo hacia ese objeto sus
tendencias sexuales, pero lo diferencia de la organización sexual madura el hecho de que solo reconoce como
órgano genital el masculino.
Comentarios
Publicar un comentario