LÍNEA PSICODINÁMICA LXXX. FASE ANAL. DESARROOLLO PSICOSEXUAL. FREUD
FASE ANAL
DESARROLLO PSICOSEXUAL. FREUD
Por Beatriz Santos Dieguez
En la etapa o fase anal, la libido se desarrolla alrededor de la zona erógena anal.
La función auto conservadora del erotismo anal está dada por el proceso de evacuación de los intestinos y la vejiga, y por el placer que provoca el haberlo hecho bien.
Este sentimiento de
bienestar compensa, al inicio de esta fase, los frecuentes malestares y
tensiones padecidos por el niño mientras sus intestinos aprenden a realizar su
función diaria.
El niño debe aprender á cooperar con una persona más poderosa, lo que provoca a la vez experiencias nuevas de satisfacción y ansiedad.
La satisfacción viene de cumplir los deseos de sus padres: avisar y controlar.
La
ansiedad proviene de la
vergüenza (emoción social) y la desaprobación de los demás.
Para el infante, eliminar orina o heces es algo normal, natural y placentero.
El
objetivo de satisfacción está ligado con la función de
defecación (expulsión-retención) y
el valor simbólico de las heces, lo
que incluso es considerado, por parte del infante, como una especie de regalo que da al adulto.
Para el niño, las heces representan su creación, lo cual le genera un
placer, el cual radica en la entrega que del mismo hace a papá y a mamá. A su
vez, no debe extrañarnos que le agrade
su olor, textura y color, debido a que para él es como desprenderse de una
parte de su cuerpo.
El
inicio de esta fase comienza porque en
el niño aparecen excrementos mejor formados, el sistema muscular se ha
desarrollado y su medio social le demanda control de sus
evacuaciones, introduciéndose así la dimensión de que él puede descargar
voluntariamente, y que tienen la capacidad de alternar a voluntad los actos de retener y
expulsar.
El
desarrollo del sistema muscular le da mayor poder al infante sobre el medio
ambiente que le rodea, porque
al adquirir la capacidad de empujar y expulsar o retener, le va a poner en
disposición para apropiarse de cosas y/o
para mantenerlas a distancia.
Esta fase, que obedece a impulsos contradictorios (retención –eliminación), va a influir en la forma
de comportarse y de relacionarse con los demás.
La etapa anal se caracteriza
por la lucha del infante por su autonomía, al comenzar a ver el mundo como yo-tu, mío-tuyo.
El
niño, al mismo tiempo quiere acercarse y soltarse, acumular y descargar, aferrarse y arrojar: Será un niño fácil
de convencer si él ha decidido hacer lo que se espera de él, pero, a su vez,
encontrar la forma de que desee precisamente eso es difícil.
Las relaciones sociales están marcadas por la antítesis soltar-aferrarse.
Las fases oral y la fase anal de la sexualidad infantil, se centran en el autoerotismo según Freud.
En las fases siguientes, siempre según Freud, empieza a apareceré el objeto sexual externo al sujeto.
Para Freud el acceso al objeto libidinal se da de forma
sucesiva, comenzando por el autoerotismo,
y desplazándose por el narcisismo,
hasta llegar a la elección real de
objeto (heterosexual-homosexual).
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