LÍNE MISCELÁNEA LXXVII. TEORIAS DEL APRENDIZAJE

TEORIAS DEL APRENDIZAJE

Por Beatriz Santos Dieguez

Hablar de aprendizaje no es sencillo, ya que existen diversas teorías y aproximaciones al hecho.

Antes de ocuparnos de las principales corrientes, conceptos, términos y procesos relacionados con el Aprendizaje es bueno tener unas nociones de los vocablos que titulan este post: Teoría y Aprendizaje.

Una Teoría es un conjunto de reglas, principios y  conocimientos acerca de una ciencia, una doctrina o una actividad, prescindiendo de sus posibles aplicaciones prácticas. Asimismo, puede ser un conjunto organizado de ideas que explican un fenómeno, deducidas a partir de la observación, la experiencia o el razonamiento lógico.

El Aprendizaje es la adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio o la experiencia. Pero también,  y por lo expuesto anteriormente, el Aprendizaje es un proceso a través del cual el ser humano adquiere o modifica sus habilidades, destrezas, conocimiento o conducta, como fruto de la experiencia directa, el estudio, la observación, el razonamiento o la instrucción.

Aprender  es el proceso de formar experiencia y adaptarla para futuras ocasiones.

El proceso de Aprendizaje ha sido abarcado tanto desde perspectivas más individuales (como aprende el individuo en relación a otros) como desde perspectivas colectivas (como aprendemos al relacionarnos y comportarnos entre nosotros y entre nosotros y los otros, en grupos), donde disciplinas como la sociología, la economía, incluso la misma política hacen su incursión.

La Psicología y la Pedagogía han sido  las disciplinas que se han dedicado  al estudio del aprendizaje más centrado en el individuo.

La Psicología, a través de sus cuestionamientos sobre el aprendizaje humano y como este se vincula con el desarrollo personal influyendo en el mismo, ha trabajo en este ámbito desde distintas orientaciones.

La Pedagogía,  cuyo actor principal es el aprendizaje y la manera en que este se produce a través de sus distintas figuras, también ha irrumpido de manera rotunda en el estudio del mismo.

Ambas disciplinas, desde sus campos de actuación han promovido una retroalimentación o feedback donde la una se beneficiaba de los avances de la otra.

A medida que se sabe más sobre las dinámicas de aprendizaje, se puede diseñar estrategias educativas mejores y se puede sacar mejor provecho a las capacidades mentales innatas del ser humano.

La Psicología es la ciencia que estudia el comportamiento, y como tal lo enfoca desde diversos puntos de vista.

Al analizar el comportamiento de una persona hay que tomar en consideración tres facetas esenciales. Estas son:

1.-La Conducta: Es la acción que realizamos, las acciones que llevamos a cabo.

2.-El pensamiento. En cada momento del día pensamos muchas cosas, tanto en las acciones en las que nos concentramos en cada momento como trabajar, comer, caminar, cómo en otros asuntos que nos preocupan.

3.- La Emoción. Es lo que se siente mientras se producen determinados comportamientos y pensamientos.

Estos tres elementos aunque a niveles distintos (un nivel externo que es lo que se ve, la conducta y otro nivel interno, que es lo que no se ve: pensamientos, emociones, etc.) están íntimamente conectados e influyen unos en los otros. Sin embargo, llegar a esta interconexión entre lo externo y lo interno no ha sido fácil.

En la Psicología, el aprendizaje como proceso goza de gran interés. Existe una rama que se dedica a ello: La Psicología del aprendizaje.

Las dos corrientes o enfoques fundamentales que se han ocupado a fondo del mismo han sido la Conductual y la Cognitiva, considerándoselas en ocasiones como contrapuestas, y que en realidad se complementán mutuamente.

La Corriente Conductual se centra en el estudio de la conducta observable para controlarla y predecirla.

Su propuesta de investigación está al margen de la introspección, centrándose exclusivamente en las variables objetivas fáciles de medir.

El aprendizaje es la adquisición de nuevas conductas y comportamientos, el cual se produce por condicionamiento a través del modelo Estímulo-Respuesta (E-R).

El principal objetivo de las teorías conductistas es elevar la psicología a la categoría de ciencia.

El problema esencial que plantean estas teorías es dejar fuera todo aquello que no se puede medir (pensamiento, emociones etc.).

El legado teórico del conductismo, supuso un rechazo total a los métodos de investigación especulativos propios del psicoanálisis.

Las Teorías Cognitivas, tratan de inferir como la mente interpreta, procesa y almacena la información en la memoria. Es decir, se interesan por la forma en que la mente humana piensa y aprende.

De alguna manera, vienen a suplir esta carencia del modelo conductual, ya que su objetivo de estudio son los procesos internos, depositados y dejados a un lado en la "Caja negra" de Skinner (principal representante de Conductismo Operante) por ser incompatibles con la medición que permitian las variables objetivas estudiadas en sus métodos.

Los procesos internos o procesos cognitivos son aquellos que nos permiten atender, percibir, memorizar, recordar, expresarnos y pensar entre otras funciones.

Dentro de la cognición hay procesos que se denominan básicos que son la memoria, la atención, la percepción y otros que se denominan complejos que son el lenguaje y el pensamiento.