MINDFULNESS LVIII. PRÁCTICA DE LA ESTRUCTURA DEL PENSAMIENTO
PRÁCTICA DE LA ESTRUCTURA DEL
PENSAMIENTO
Por Beatriz Santos Dieguez
Los pensamientos son producciones
de la mente, formaciones de la mente que
se manifiestan en el lenguaje y pueden llegar a determinar nuestras acciones.
Abarcan un conjunto de operaciones de la razón, como la comparación, la
generalización, la abstracción, el análisis, la síntesis…
Con respecto
a la meditación, lo que de ellos nos
concierne tiene que ver, más que con
su contenido, con la forma en que estos
se presentan en nosotros para poder alcanzar la capacidad de darnos cuenta de
ellos y poder reprogramarlos de manera que nos beneficien.
COMENZAMOS LA MEDITACIÓN
Te recomiendo hoy la postura de
sentado en una silla o banco, o apoyado en un almohadón en la postura de
semiloto. De igual manera te recomiendo encuentres un lugar donde haya varios objetos.
Siempre adoptando una postura digna: la espalda derecha pero no forzada.
No cierres todavía los ojos.
Mantén tu mirada fija en alguno de los objetos (puede ser una vela, un cuadro, una
campanilla, también puede ser un árbol, una flor, una colina, cualquier objeto
que esté frente a ti) que tengas al frente.
Comprobarás que mientras observas
este objeto, tu visión también te permitirá ver otros objetos que están al lado
del mismo (tu visión periférica es la que se encarga de tener en su enfoque estos otros objetos
aunque tu mente esté centrada en ese que has elegido), y a la vez probablemente
estas también escuchando algún sonido, o no.
Cuando meditamos observamos y escuchamos todo
lo que aparezca en nuestra mente: imágenes y sonidos.
CONTINUAMOS LA MEDITACIÓN
Ves cerrando los ojos poco a poco,
deja simplemente que los párpados vayan cayendo, sin forzar.
Acomoda el cuerpo y comienza a
hacer un escaneo del mismo de arriba hacia abajo(como ya lo has hecho en otras
ocasiones), procurando relajar algunas parte, cuando puedas. Y cuando no puedas
observa y siente esa parte.
Trata de percibir y escuchar que dice la mente acerca de alguna
incomodidad que puedas sentir.
Llevamos ahora tu atención a
la respiración, y siente la respiración: el aire que entra y el aire que
sale.
Algunas inhalaciones son largas;
algunas inhalaciones son cortas.
Algunas exhalaciones son largas;
algunas exhalaciones son cortas.
Simplemente date cuenta de que
esto está sucediendo. Es sentir la
respiración.
No tienes que respirar de una manera determinada, tienes que
respirar como quieras, como sientas, como sucede, naturalmente; conscientemente.
Elige el lugar que más te hace sentir la respiración: las fosas
nasales, el pecho, el abdomen, o cualquier otra parte e tu cuerpo.
A veces te puede ayudar sentir
la respiración en las fosas nasales, dándote cuenta que el aire que entra,
tal vez, está más fresco que el aire cuando sale que está más tibio o cálido.
Otras veces,
quizás te sirva sentir la respiración en el movimiento del abdomen…
Comienza ahora a observar o a escuchar los pensamientos: Imagínate dentro de un
escenario, en uno de los lados (no en el centro) y te estás observando: vas a observar si aparecen pensamientos en
imágenes o si aparecen pensamientos en sonido (diálogos). Simplemente date
cuenta.
A continuación
expongo dos ejemplos para que puedas entender cómo funciona tu pensamiento
básicamente y empieces a captar la estructura fundamental del mismo. Tu solo
está atento/a a los pensamientos que te van llegando, sin rechazar, sin
analizar y sin criticar. Solo date cuenta.
Si piensas en
una mariposa, te la estás imaginando mentalmente, puede ser más o menos grande,
está a una distancia determinada, tiene un color o unos colores, puede estar
quieta posada en el tronco de algún árbol o puede estar moviéndose. Todas estas son variables visuales del pensamiento: tamaño, distancia, color, movimiento, etc.
Puede que te
estés hablando a ti mismo, te estés diciendo cosas, o tal vez estés hablando a
otra persona. Fíjate en el volumen con que lo haces, la velocidad con la que
hablas, a veces puede ser lenta, otras es rápida; el volumen puede ser bajo o
puede ser alto; a veces hay cadencia en tu forma de hablar, a veces hay
monotonía. Todas estas son variables
auditivas del pensamiento: volumen,
velocidad…
En esta meditación se trata de observar tu
tendencia:
¿Hay más dialogo?
¿Predominan las imágenes?
¿A veces aparecen
unas y a veces aparecen otros?
Cualquiera que
sea la situación, lo importante es que empieces a experimentar la conciencia clara de la
acción de pensar.
Con la práctica
irás teniendo también, la conciencia clara de la acción de sentir.
Recuerda: meditar es tomar conciencia de la acción de
pensar.
Cuando tomo
conciencia de la acción de pensar, estoy tomando contacto con otra parte de mi
mente, de la conciencia. Estoy empezando a desarrollar la función de un
observador: un observador neutral,
ecuánime, amable; que escucha, que ve, que siente sin rechazar, sin querer cambiar
eso que está sucediendo.
POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:
Mindfulness XXVIII; Las drogas y sus receptores
Mindfulness XXIX: La auto-aceptación
Mindfulness XXX: Los cannabinoides. Su cara amable
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Mindfulness XLII: Adicciones. Los neurotransmisores. La dopamina
MindfulnessXLII. Adicciones: Craving versus síndrome de abstinencia
Mindfulness XLIV. Mindfulness como herramienta de trabajo en las adicciones
MindfulnessXLV. Mindfulness. La Meditación como Proceso
Mindfulness XLVI. Practica: las cuatro tendencias de la mente
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