LÍNEA PSICODINÁMICA LXXXIII. SUBLIMACIÓN
SUBLIMACIÓN
Por Beatriz Santos dieguez
Según el diccionario de la
lengua española la palabra Sublimación significa engrandecer, exaltar, ensalzar, elevar a
un grado superior.
En
una segunda acepción, sublimar es pasar
directamente del estado solido al gaseoso.
En psicoanálisis la Sublimación es un mecanismo de defensa.
Los mecanismos de defensa son movimientos del psiquismo mediante los
cuales se evitan y excluyen de la conciencia ideas o sentimientos no
placenteros.
Para Freud, los mecanismos de
defensa son recursos que la psique
necesita en un momento determinado para salir airosamente de situaciones.
Antes de freud hablar de mecanismos de defensa era tan
extraño como pensar que el hombre iría a la luna y se pasearía sobre ella.
La
Sublimación, como mecanismo de defensa, nos ayuda a entender
algunos de los cambios producidos en la Etapa de latencia.
Como vimos, la etapa de latencia (que se sitúa entre el Complejo de Edipo y la pubertad o comienzo de la llamada Etapa Genital) es un periodo de calma, en donde el niño sublima los deseos sexuales por impulsos y tareas socialmente aceptadas, como
la productividad, las relaciones entre amigos y las competencias
Según Freud, en esta etapa la pérdida
de interés sexual es debido a que emergen el asco, la vergüenza y la moral. Esta última aparece porque se
internalizan las prohibiciones e ideales de los vínculos parentales mediante el SuperYo.
Freud describe la sublimación como uno de los posibles destinos de la pulsión.
La sublimación según Freud, surgiría cómo uno de los destinos de la pulsión socialmente valorado, atenuando o evitando los síntomas neuróticos y las actuaciones perversas.
Se dice que la pulsión se sublima, en la medida en que es derivada hacia un nuevo fin, no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados,. La Sublimación, entonces, tiene que ver con la capacidad de reemplazar la meta sexual originaria por otro fin, que ya no es sexual pero se le haya psíquicamente emparentada. Entre los ejemplos de Freud como nuevos destinos de la pulsión sexual están, entre otros, lo artístico y lo intelectual.
La
Sublimación es un proceso postulado por Freud que explica que ciertas
actividades humanas que aparentemente no guardan relación con la sexualidad,
pero que si hallarían su energía en la fuerza
de la pulsión sexual.
La
Sublimación es un mecanismo
de defensa en el cual las pulsiones
sexuales se subliman hacia una
finalidad no sexual, apuntando a
objetos valorados positivamente en la sociedad.
El proceso de sublimar
sería aquel mediante el cual las
pulsiones sexuales se desvían de sus metas y se orientan a metas nuevas.
El
proceso de la sublimación consiste en un desvío hacia un nuevo fin.
Resumiendo,
podríamos decir que en psicoanálisis
la
Sublimación es el modo de satisfacer la pulsión dentro de la
cultura.
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