MISCELÁNEO LXVI. LA PARADOJA ¿CAMBIO O CONFUSIÓN?

 MISCELÁNEO LXVI LA PARADOJA ¿CAMBIO O CONFUSIÓN?

Por Beatriz Santos Dieguez

¿Nos hemos preguntado alguna vez que es una paradoja y a donde nos puede llevar su uso?

En ocasiones, las paradojas nos sacan de círculos viciosos en los que estamos metidos hasta el fondo debido a nuestras creencias y, en muchos casos, a nuestras ideologías (que suelen provenir o están apoyadas, en gran medida, en nuestras creencias); en otras son utilizadas para provocar desconcierto.

Las creencias están en el fondo del iceberg, pero su manifestación pertenece claramente a la superficie, la cual es el escenario donde se desarrollan. A su vez,  este (el escenario) se expresa en el presente, y aunque a veces, conviene o es bueno indagar en el fondo (para traer a la superficie esas creencias que nos impulsan a actuar de una manera determinada pero imperceptible para nosotros), la solución de cualquier problema está en el presente.

La PARADOJA es un excelente estímulo para la reflexión y para el desarrollo de las capacidades analíticas, para la comprensión de las ideas abstractas, así como para el desarrollo de destrezas intelectuales; siendo también un instrumento utilizado en diversas disciplinas del conocimiento como en la filosofía o la psicología, teniendo en la física y en las matemáticas un lugar predominante.

En Literatura, la Paradoja es una figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones que aparentemente envuelven contradicción lógica pero, sin  embargo, encarnan un cierto sentido y una coherencia.

La palabra Paradoja proviene del latín paradoxa, plural de paradoxon, que significa lo contrario a la opinión común. En este sentido una Paradoja puede ser un hecho que en apariencia es contraria a la lógica; suele dar la impresión de oponerse a la verdad o de contradecir el sentido común.

No obstante, la Paradoja no encierra una contradicción, tan solo la aparenta.

El uso de la paradoja ayuda muchas veces a salir de cuevas profundas en las que los caminos de salida conducen a encerronas que impiden descubrir la salida que nos lleva al encuentro con la luz.

Hablar de luz aquí es referente al encuentro de soluciones a los problemas.

Las soluciones que utilizamos una y otra vez para resolver el problema, se convierten en el problema mismo. Es decir, muchos de los problemas que aparecen como tales en nuestra vida son producto de aplicar soluciones erróneas una y otra vez. En Terapia Estratégica a esto se le llama más de lo mismo y la solución que a ello han encontrado los terapeutas estratégicos es centrarse en el tipo de respuesta adoptada por parte de los pacientes, y a través de la aplicación paradójica encontrar salidas diferentes, inusuales e incluso chocantes.

Se ha comprobado que este tipo de estrategia es útil en el cambio que conllevan  las terapias psicológicas así como en otros campos, como puede ser la solución a problemas políticos, económicos, sociales etc.

Jay Haley.
La Terapia estratégica utiliza diversas herramientas aplicables según el tipo de solución (problema) intentada fallida por parte del consultante o paciente. El Terapeuta Estratégico posee un depósito donde alberga estas herramientas, que ha ido consiguiendo a  través de su formación. Tienen una buena  base psicológica y la mayoría también son expertos en lingüística, después, la práctica es la encargada de ir perfeccionando su aplicación.

Una de las herramientas o técnicas que se utilizan es la Confusión, la cual en su uso adecuado es eficaz y esclarecedora.


Sin embargo, ya hemos señalado que la aplicación de la
Terapia  Estratégica
exige de un alto grado de
dominio,  que es posible con una formación vasta y exhaustiva,  destreza y experiencia. También hemos dicho que algunas herramientas de esta se han visto eficaces en otros nichos de la vida real, como situaciones límites sociales, políticas, económicas etc.

A veces, estas situaciones límites en alguno de los campos señalados  utilizan técnicas como la Confusión, cuya intención, lejos de solucionar el o los problemas por parte de quienes la utilizan está encaminada a crear dudas, discrepancias y miedos.

Las discrepancias que nos llevan a la Rabia continua (contenida o expresada)y el Miedo fuera de situaciones de peligro real (que nos impulsa a huir o salir o atacar),  baja nuestras defensas y nos hace proclive a enfermar y enfermar de forma en que la curación se hace más difícil.

Solo sabiendo que es así, podremos dejar de vernos envueltos en las discrepancias negativas que nos enfrentan, y separan y afrontar el miedo (solo en las situaciones que lo requieran), la rabia y cualquier otra emoción, siendo conscientes de ellas para poder transformarlas en conocimiento y busqueda de soluciones en lugar de pánico, paralización y dejarnos llevar por otros..

 

 


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