LÍNEA PSICODINÁMICA XXXIII.LOS DELIRIOS O IDEAS DELIRANTES
LOS DELIRIOS O IDEAS DELIRANTES
Por Beatriz Santos Dieguez
Por Beatriz Santos Dieguez
Dícese del delirio cómo falsa creencia o idea que la persona
acepta con total convicción, a pesar de que las pruebas o evidencias exteriores
demuestren lo contrario.
En ocasiones, sobre todo cuando hay altos niveles de estrés, en muchos de nosotros aparece la firme creencia de que alguien nos
sigue, nos están mirando o están hablando de nosotros aunque esto no sea
verdad.
Cuando estas ideas se
instalan en la mente de la persona como un continuo sin que esta sea capaz de
ver la realidad estamos en lo que se
denominan delirios o ideas delirantes.
Aunque todavía no se ha
podido dar una descripción totalmente
aceptada y satisfactoria del concepto delirio este ha evolucionado hasta significar la creencia de que se sale de la
norma establecida por el grupo social.
En el lenguaje cotidiano
describe una creencia que es falsa, extravagante o derivada de un engaño, pero
ello puede dar lugar a confundir el concepto delirio con la confabulación, el dogma,
la ilusión, y con otros efectos de la percepción alterada.
Sin embargo, a pesar de que hay muchas ideas o creencias
(políticas, religiosas, etc.) que pueden ser sostenidas con firmeza y
convicción por las personas, para
considerar que existe un delirio se requiere que
el proceso por el que se llega a la convicción sea inadecuado para el contexto de la persona que la sostiene.
Otros requisitos que deben
cumplirse para poder considerar una idea como
delirante son:
1.- Ser firmemente
sostenida pero con fundamentos
lógicos inadecuados. Los delirios no tienen fundamentos lógicos.
2.-Ser
incorregible con la experiencia o con la demostración de su imposibilidad. Es una
idea o suceso firmemente sostenido a lo largo del
tiempo, siendo poco o nada posible que este pueda ser modificado o
corregido, independientemente de las evidencias que tenga en su contra.
3.-La persona presenta, a
diferencia de otro tipo de creencias falsas o irracionales, una gran
preocupación o rumiación de la idea delirante, lo cual implica un
importante desgaste psicológico, puesto que la persona piensa en ella de forma
obsesiva.
4.-Tienen
cierto grado de verosimilitud. Esto significa que aunque en algunos casos
es fácil detectar la imposibilidad de la idea delirante en otros pueden ser totalmente
plausibles pero falsos.
Las personas que tienen
un deliro no son capaces de desmontar esa idea a pesar de la experiencia o las
pruebas lógicas que indican su desajunte con la realidad.
Un punto importante a tener en cuenta es que los delirios o ideas delirantes no
constituyen una enfermedad o un
trastorno mental por sí mismos, sino que son un síntoma
propio de una gran variedad de afecciones psicológicas, neurológicas y médicas.
Las afecciones
psicológicas en que aparecen los delirios o ideas delirantes son:
-Las esquizofrenias
-Algunos trastornos de
personalidad como el Paranoide, esquizoide y esquizotímico.
-Algunos trastornos afectivos
como el trastorno bipolar
-El trastorno
delirante (esquizofrenia paranoide)
-Algunas alteraciones de
origen orgánico como la que se deriva del consumo de drogas y alcohol en abuso,
procesos de desintoxicación, o como reacción secundaria a ciertos fármacos,
etc.
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