MISCELÁNEO LXV. UTOPÍA/DISTOPÍA
UTOPÍA/DISTOPÍA
Por Beatriz Santos Dieguez
Es nuestra realidad, y
nosotros quienes la hacemos.
Utopía/ Distopía.
Dos caras de la misma
moneda. Dos maneras de entender y vivir nuestro mundo, nuestras sociedades y
nuestras vidas.
Hagamos un recorrido
etimológico e histórico de ambos términos, para poder entender por qué surgen aquí y ahora en este sitio.
UTOPIA provine de los vocablos griegos oú (ou) que se traduce “no” y tópos que significa lugar, o sea, “lugar que no
existe”.
DISTOPÍA se forma de las raíces griegas dys que significa malo, y topos, que puede traducirse como lugar, o sea “lugar malo”.
Mientras que lo UTÓPICO se refiere a una sociedad que
alude a proyectos o sistemas ideales, la DISTOPÍA pone en valor una sociedad caracterizada por
un enfoque negativo de la misma, donde la desconfianza pública, el estado
policial, la miseria, el sufrimiento o la represión son la consecuencia de una mala ejecución de los poderes fácticos.
La reflexión sobre la historia de las utopías es también una
reflexión sobre los modos de
articulación del horizonte utópico en sentido estricto de los discursos políticos.
Podemos encontrar alguna referencia anterior al término UTOPÍA en la antigüedad clásica, en La República de Platón, donde se hace notar como él ve una sociedad ideal y su sistema político, pero la palabra UTOPÍA como tal, aparece por primera vez en 1516 en un libro titulado originalmente algo así como “Librillo verdaderamente dorado, no menos beneficioso que entretenido, sobre el mejor estado de una república y sobre la nueva isla Utopía” escrito en latín por Thomas More.
En definitiva, en esta
primera parte se está denunciando las debilidades de un estado de hecho.
En
la segunda parte edifica una sociedad
tal y como debería ser, basada en la justicia y la igualdad,
a través de la narración que hace uno de los personajes acerca de la Isla de Utopía.
Con el paso del tiempo el
término utopía se ha popularizado como sinónimo
de “objetivo inalcanzable”. Sin
embargo, este no es el significado que Thomas
More le atribuye explícitamente en su obra. Para él, Utopía quiere ser lo
opuesto a una realidad decepcionante en nombre de un deber-ser.
Thomas
More fue un hombre de estado. Lejos de ser un
soñador sin contacto con las realidades políticas, económicas y sociales de su
época, sus funciones le pusieron en
constante relación con ellas. Fue
canciller de Inglaterra.
El término DISTOPÍA es una representación imaginaria de una sociedad del futuro, cuyas
características son indeseables.
La Distopía plantea un mundo donde las contradicciones de los discursos ideológicos y políticos son llevadas a sus consecuencias más extremas, explorando, por tanto y de alguna manera, nuestras realidades actuales con la intención de anticipar cómo ciertos métodos de conducción de la sociedad podrían derivar en sistemas injustos y crueles. De ahí que la distopía advierta sobre los peligros potenciales de las ideologías, prácticas y conductas sobre los cuales se erigen nuestras sociedades actuales.
El primer uso del término DISTOPÍA se atribuye a John Stuar Mill, un economista y filósofo inglés, en el marco de una intervención parlamentaria en la que ofreció un discurso en el año 1868.
Lo
DISTÓPICO siempre ha estado relacionado, y muchos de nosotros lo
conocemos a través de la literatura y el cine. Surtiéndose el
cine, a su vez, de obras literarias, como por ejemplo Un mundo feliz de Aldous Huxley. También en los videojuegos es un tema candente, y últimamente en series de
Televisión o plataformas, como por ejemplo en La
Valla.
Fahrenheit 451 es otro ejemplo de distopía dentro de la literatura, en ella el norteamericano Ray Bradbury (1920-2012) describe una sociedad en la que los bomberos tienen la función de quemar libros porque según los gobernantes, estos producen angustia en la población porque incitan a la gente a realizar cuestionamientos de la realidad. De este modo, si las personas no logran acceder a los libros, son felices.
La película Mad
Max. de George Miller a través de la presentación de unos personajes pandilleros montados en motocicletas
que controlan las carreteras y se enfrentan a la Patrulla de fuerza Central dibuja los pilares de una sociedad
sumergida en el caos.
Estamos
a cinco siglos vista del S. XVI y de lo que Thomas More intentó exponer, en
oposición a lo que le inspiraba su sociedad vivida, dando lugar al surgimiento
de algo completamente distinto a través de la literatura (La isla de Utopía). Nosotros también podemos comenzar a erigir una
sociedad más justa y menos inmersa en debates que corresponden a otros.
Hoy, los Parlamentos, los Congresos y los Senados son los reinos, los lugares donde se libran esas batallas. Dejemos que ellos (los políticos) resuelvan sus discrepancias y sus luchas de poder, obviando sus falacias con las que nos incitan a enfrentarnos entre nosotros para facilitarles sus fines.
Comentarios
Publicar un comentario