MISCELÁNEO LXIV. PARAR PARA EMPEZAR: UNA EXTRAÑA PARADOJA

 PARAR PARA EMPEZAR: UNA EXTRAÑA PARADOJA

Por Beatriz Santos dieguez

A veces, quizás más veces de las que nos gustaría, es necesario parar, hacer un stop en nuestras vidas para tomar el camino idóneo que en ese momento es necesario,  que nos está aguardando.


Parar para empezar.

Esta paradoja, que como tal puede llevarnos a confusión, como ocurre con facilidad en el vivir y actuar de muchos de nosotros, es extraña porque entraña (valga el juego de palabras) un contenido diferente y necesario.

Vivimos, o mejor, vivíamos en una sociedad de las prisas, y, por tanto, nuestra vida estaba incentivada por esa necesidad de hacerlo todo, de conseguirlo todo, de llegar a todo, y llegar YA. No importaba lo que dejábamos atrás, a los lados del camino que supone el sendero de nuestra vida, la confección de nuestra historia personal. Solo importaba el LLEGAR, como fuese, a pesar y por encima  de lo que fuese.

Ahora, en este ahora, que la VIDA, sin más,  nos ha traído, comienza a dibujarse un nuevo rumbo, a abrirse nuevas rutas a explorar y, que de no hacerlo, quedaremos estancados y ahogados en el agua algo  (o bastante) corrompida  de este estanque que de alguna manera nosotros mismos hemos contribuido en su creación .

La COVID-19 ha venido para quedarse, y no para quedarse como virus.

La COVID-19 ha venido a ponernos de frente ante el cambio necesario que toda nuestra vida en particular y nuestra sociedad en general necesita.


El Virus
es la excusa que la naturaleza, la divinidad, o lo que fuere, ha desencadenado para ponernos de frente ante un espejo. Un espejo ante el que, más antes que después, tengamos que mirarnos, sin posibilidad de volver, una vez más, la cabeza y, nos obligue a preguntarnos quienes somos, qué queremos y, hacia dónde vamos.

Llevo cuatro meses sin escribir un post, un párrafo, una palabra  en este blog que  fue creado para llegar ¿A quién? A quien quisiera, y sin más propósito que exponer algunas ideas que pudieran ser útiles para alguien. Servir sin más. Servir sin verdades absolutas. .

El blog se creó para hablar de lo que se cuece o  se cocía en determinados estamentos del  ser humano, por eso es diverso y no limitado a una tendencia, a una corriente determinada, aunque concretamente la Psicología es la línea madre. Pero con ella, a través de ella y junto a ella, convergen otras disciplinas, fundamentales y tan necesarías para el tronco como la misma base. Todas se nutren a través de las raíces y todas realizan su proceso de vida (fotosíntesis) a través de las hojas.

Una Psicología sin adoctrinamientos.

Las verdades absolutas solo nos encaminan y desembocan en el adoctrinamiento, sea el campo, la materia, la disciplina o el estamento que fuere.

En este lapsus de cuatro meses he podido ver, leer, oír, incluso discutir sobre todo lo que ha ido apareciendo, en los medios de comunicación primero, y en nuestras vidas personales por la impermeabilidad que estos (los medios de comunicación) ejercen, crean en nosotros;  a pesar de que eso que he visto, oído, leído, incluso discutido provenga de otros que están más arriba, que son los creadores  e impulsores de que sean los Medios de comunicación los encargados de poner en marcha esas corrientes subterráneas que están ahí para dirigirse y dirigirnos hacia lo que quieren conseguir ellos.

Durante el confinamiento que nuestro país (España) tuvo durante tres meses, me sentí bien en la soledad de mi hogar y ejerciendo lo que más me gusta: mi profesión. Entonces pensaba que aquello que estaba cayendo al mundo como un jarro de agua fría en  mitad del duro invierno, iba a ser una bendición que nos haría ser mejores. Ser más solidarios, porque en definitiva, junto a la sociabilidad con la que todos los seres humanos venimos de fábrica, está la solidaridad como forma y acción de desarrollar esa sociabilidad.

Me equivoqué. Por ello ni una sola palabra me salía para transmitir.

¿Qué ha cambiado ahora? Nada, absolutamente nada. Estoy cambiando yo. Aceptando esta nueva realidad, que es la que es y no otra.

De nada me sirve opinar sobre lo que unos y otros  (sean amigos, comunicadores, políticos) dicen, o propagan.


Pero sí me  sirve darme cuenta de lo que siento.

Siento y se que en este momento he de empezar, tal vez,  desde cero, o tal vez de menos cero. A veces pienso que puede ser un  recomenzar, un reinventarme cómo se habla en el argot laboral.

Sin embargo, lo único que me deja claro este sentimiento en este momento, es que el camino que ahora aparece ante mi vida es un camino diferente al anterior, cuyas  bases destruidas, y carcomidas, (dicen que  por un virus) necesitan forjarse de nuevo, porque  el reconstruir encima de aquellas bases,  solo me  traerá arreglos parciales que serán inservibles. Resquebrajándose a cada paso que de para transitar el camino que me queda por andar.

Me (nos) guste o no “la nueva realidad” no es nueva, es “otra realidada la que vamos a tener que acoger en su plenitud,  porque de lo contrario gastaremos nuestro tiempo y nuestras energías en hacer unas reformas que nunca terminaran.

Hay muchas cosas que cambiar, sí. Pero lo primero, lo primordial es bucear en nuestro interior y encontrar esa riqueza que como seres humanos llevamos dentro y como seres vivos compartimos con otras especies del planeta, con la misma tierra que nos sustenta, y con el universo, del que también formamos parte.

¿Utópico? ¿Distópico?

Creo que ahora todos sabemos que tanto lo uno como lo otro es posible. De nosotros depende hacia donde queramos ir.

Comentarios

  1. Me encanta como lo sientes y como lo dices, aunque con otra realidad, siempre palante. !!!!!

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  2. Me gusta mucho nos hace reflexionar y decidir que tenemos que vivir el aquí y ahora

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