MISCELÁNEO XVII. EPIGENÉTICA: DIFERENCIACIÓN CELULAR
DIFERENCIACIÓN CELULAR
Por Beatriz Santos Dieguez
Las células son unidades individuales de vida,
y nuestro cuerpo es la expresión celular de una comunidad.
y nuestro cuerpo es la expresión celular de una comunidad.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que las células son el equivalente a personas en miniatura, y cada una tiene
una vida personal, aunque comparte la experiencia con la comunidad.
Como hemos visto en posts anteriores, en las colonias eucariotas,
las células individuales llevaban a
cabo básicamente los mismos trabajos y combinaban
su productividad.
Cuando estas colonias excedieron ciertos límites de población, realizar el mismo trabajo (como ocurrió en las primeras sociedades humanas) dejó de ser eficiente para la célula, por lo que las células coloniales empezaron a dividir el trabajo y repartieron las distintas tareas entre células diferentes. A este proceso se le conoce como diferenciación.
La diferenciación celular es un proceso mediante el
cual una célula se convierte en otro tipo de célula más especializada.
Las células
diferenciadas dentro de una comunidad celular son similares a los artesanos.
De la misma manera que los artesanos humanos se organizan en gremios, las células diferenciadas forman tejidos y órganos
cuyos productos y servicios son necesarios para la supervivencia de la
comunidad.
A cambio de sus servicios especializados las células reciben
servicios complementarios de los demás gremios de células altamente especializadas.
A la manera en que cada sistema
orgánico contribuye a la economía
corporal, cada nación contribuye
a la economía de la humanidad.
Tal vez las células
que pueblan un órgano tengan un aspecto diferente y se rijan por normas
distintas que sus células vecinas del órgano de al lado, pero es que el valioso
trabajo que realizan está mucho más relacionado con sus diferencias que con sus
similitudes.
Hoy en día, en todo el planeta, los países se ven entre sí
como rivales. Muchas naciones están concentradas en hacer que otras
desaparezcan.
Si este comportamiento se diera en el cuerpo, sus sistemas internos
formarían bandos con la intención de aniquilar un órgano o tejido en
particular.
¿Nos hemos parado a
pensar el impacto que esto tendría en
nuestra capacidad de prosperar, y sobre
todo, de sobrevivir?
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