LÍNEA PSICODINAMICA LXXIX. FASE ORAL. DESARROLLO PSICOSEXUAL. FREUD.
FASE ORAL
DESARROLLO PSICOSEXUAL. FREUD.
Por Beatriz Santos Dieguez
Cómo venimos viendo, Freud fijó el desarrollo de la personalidad durante las primeras etapas de la niñez, en la cuales la sexualidad juega un papel importante.
En las primeras etapas, la sexualidad no es “per se” una sexualidad adulta o genital, sino que en ella se van localizando determinadas zonas corporales (zonas erógenas) encargadas de proporcionar al sujeto gratificaciones especiales.
Dichas
zonas corporales proporcionan al
sujeto una experiencia que va generando
una especie de huella en el
modo de comportarse y de pensar de los seres humanos, una vez que estos se han
convertido en adultos.
Mientras
el bebé esta dentro del cuerpo de su madre existe una simbiosis de la cual es privada cuando nace, pero a la vez, esta ruptura de la
simbiosis, anteriormente existente, es lo que permite que comience a
funcionar la capacidad y la intención del pecho de la madre para facilitar la
saciedad del alimento al bebé.
Hoy
vamos a centrarnos en esta primera etapa,
denominada oral por Freud.
En
la fase o etapa oral, la libido está
vinculada a la necesidad de mantenerse
vivo mediante la succión de líquidos y la masticación de sólidos.
Por
tanto, podemos dividir la fase oral en
dos momentos:
En
el primer momento (al que podemos denominar momento A) el bebé pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. Sus periodos de atención conscientes quedan limitados a experiencias
de nutrición, como hambre, la lactancia,
la saciedad y los ruidos
internos.
Cuando
algunas de estas necesidades quedan insatisfechas surgen emociones
desagradables que provocan las primeras experiencias de ansiedad. Esta es una ansiedad
provocada por falta de provisiones
Vitales.
En
este momento, el bebé vive y ama a
través de la boca y la madre lo transmite por medio de los senos (pechos),
produciéndose una coordinación entre la
madre y el bebe de la que resulta
una alta recompensa en términos de placer
libidinal.
A
través de la boca y el pezón se
genera una atmósfera de calor y mutualidad que ambos (madre e hijo) disfrutan
plenamente y responden con la relajación.
Al inicio, de este modo, la
pulsión sexual se satisface por medio de una función vital: la alimentación.
Posteriormente
y al ir adquiriendo el bebé autonomía,
dicha pulsión se satisface a través del chupeteo, en forma auto-erótica.
En este primer momento, el placer
sexual está ligado predominantemente a la excitación de la cavidad bucal y
de los labios, que acompaña a la alimentación.
El objeto
de satisfacción en el bebe se encuentra estrechamente relacionado con la alimentación, por tanto, el objetivo o fin de este momento es la incorporación.
El
modo de acercamiento o de relación con
el otro es la incorporación del recién nacido que depende de la entrega de sustancias directamente en la boca,
siendo la zona oral la fuente de
satisfacción.
El segundo momento al que llamaremos
momento B, coincide con la aparición de los dientes, lo cual proporcionará al bebé una actitud más activa
que le va a permitir madurar.
Con
la aparición de los dientes el placer que deriva de ello es el de morder cosas duras que no cedan a la
presión, morder objetos blandos y en destrozar otros con los dientes.
Por
tanto, las formas de autoconservación
que proporciona este erotismo oral, según
Freud, en esta fase son, además de
las relacionadas con ingestión de
alimentos (que satisface la necesidad de respirar y crecer por medio de la absorción), la facilitación del desarrollo de formas de relación social
mediante la capacidad de obtener y tomar.
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