MINDFULNESS C (100). ACTITUDES ADQUIRIDAS
ACTITUDES ADQUIRIDAS
Por Beatriz Santos Dieguez
En un post anterior
vimos la importancia que la Actitud y la Aptitud tienen en muchos
ámbitos de la vida, en el desarrollo,
perfeccionamiento y cambio en las personas.
Son dos términos cuyo
parecido no es solo fonético. La capacidad de superación y el esfuerzo que
ambas ofrecen es también semejante en ambos conceptos.
Tanto las Aptitudes como las Actitudes pueden ser naturales
pero también pueden adquirirse,
siendo esta segunda vertiente en la que
hoy vamos a introducirnos.
Tanto la Aptitud como la Actitud se pueden trabajar para su mejora, e incluso para su excelencia. Este trabajo se puede aplicar tanto en cualquier aspecto de la vida cotidiana como en el terreno laboral: Mejorar la actitud con la que encaramos el día a día, así como disponer de unas mejores aptitudes para realizar el trabajo que ejercemos (ya sea de ama de casa, de ingeniero aeronáutico, o de electricista) es un fin en sí mismo.
Las Aptitudes naturales son las que llamamos talentos, es decir una facilidad innata para hacer algo bien.
Tanto la Aptitud como la Actitud se pueden trabajar para su mejora, e incluso para su excelencia. Este trabajo se puede aplicar tanto en cualquier aspecto de la vida cotidiana como en el terreno laboral: Mejorar la actitud con la que encaramos el día a día, así como disponer de unas mejores aptitudes para realizar el trabajo que ejercemos (ya sea de ama de casa, de ingeniero aeronáutico, o de electricista) es un fin en sí mismo.
Las Aptitudes naturales son las que llamamos talentos, es decir una facilidad innata para hacer algo bien.
La Aptitud puede mejorarse en base al esfuerzo y al trabajo.
Por un lado se puede trabajar sobre los
talentos y habilidades propias, mejorando
estos a través de la práctica y la acción
directa sobre los mismos.
Por ejemplo, un bailarin o
un deportista pueden mostrar desde la infancia determinados talentos, unas
habilidades propias que les inclinan hacia el ejercicio de estas profesiones.
Pero solo a través del esfuerzo
personal, de horas de práctica y del conocimiento necesario para desarrollar
métodos y conocer las herramientas propias de su labor profesional se pueden superar para
llegar a estar en la élite de su profesión.
La Actitud,
en muchos aspectos, es propia de la personalidad del sujeto, pero ello no es óbice para
trabajar sobre ella y mejorarla. Es lo que se llaman Actitudes aprendidas.
Las Actitudes aprendidas requieren de un
trabajo personal, íntimo y sincero,
que puede hacerse con o sin ayuda de
otras personas, y que comienza por
analizar nuestra forma de ser.
Es en base a este análisis
donde se comienzan a determinar los cambios
de hábitos, pensamientos y comportamientos precisos para mejorar determinados
aspectos. Y hacer el esfuerzo necesario para modificar estos de manera real y
efectiva.
En definitiva, las Actitudes adquiridas son las que
aprendemos mediante la Deconstrucción
de la conducta para cambiar la respuesta frente a diferentes situaciones. Y esta
es una labor de ganchillo, que decían nuestras abuelas, por lo que en
ocasiones, la participación de un profesional es recomendable.
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