MISCELÁNEO XXXVI. EL TRUNFO DEL CAMBIO


EL  TRIUNFO DEL CAMBIO
Por Beatriz Santos Diéguez

Todo cambio es un proceso lento y, en  la mayoría de los casos, doloroso, pero necesario en muchas ocasiones.

El triunfo del cambio

A veces, nuestro Presente para vivirle en plenitud amerita de un cambio en nuestros hábitos, nuestro sentir y nuestro pensar, sin el cual difícilmente podemos confeccionar un futuro en el que el fluir a través de la esperanza sea posible.                        
El mayor triunfo que un ser humano puede experimentar es sentir que quiere cambiar para sentirse y hacer que los demás se sientan mejor a su lado.

El triunfo del cambio
Es un triunfo  al alcance de los valientes.

Hay que ser muy valiente para iniciar un cambio que  va a permitir sacar fuera todas nuestras miserias, afrontarlas, mirarlas de frente y decirle “ahí os quedáis porque yo he decidido transitar por otros derroteros”.

La valentía es el mecanismo que nos induce a realizar determinadas hazañas.

El amor es el motor que permite que la valentía se ponga en marcha.

La vida en plenitud es posible a base de amor. Amor es sentimiento, es permitir que los sentimientos fluyan, y darnos cuentas de ellos;  permitir que surjan y permitirnos el dolor que a veces estos causan. 

El dolor, a veces, es cauterizante y necesario para no caer en el sufrimiento vano.

Al hacernos una herida la limpiamos. Si la dejamos sin la higiene pertinente el  pus comienza a formarse, y como consecuencia de ello la supuración y/o la infección aparecen.
Así ocurre con las heridas del alma, las emocionales, las psicológicas,  cuando son profundas hay que limpiarlas y esa limpieza no es todo lo fácil que nos gustaría. La limpieza amerita de un proceso.

El triunfo del cambio

En el proceso suele aparecer sensación de soledad y desesperanza siendo, en muchos casos, necesarios una ayuda externa o acompañamiento procedente de un   profesional.
Sin embargo, hemos de saber que los acompañamientos y apoyos aunque  necesarios no son suficientes. Uno mismo es el artesano de la obra que se ha propuesto.

Solo nosotros podemos cambiar nuestra vida y nuestro destino

El triunfop del cambio
Con la Intención que surge de la Motivación y lleva la Acción como aliadas fundamentales, podemos transitar el dolor  necesario para renacer, como le ocurre al águila (el ave más longeva), quien llega a vivir 70 años, pero que para llegar a esa edad tiene que tomar una difícil decisión.

A los 40 años el peso de los mismos se hace notar y entonces solamente tiene dos alternativas: morir o enfrentarse al doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

El triunfo del cambio
Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse allí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
Una vez encontrado el lugar, el águila comienza a golpear con su pico puntiagudo, que se ha ido curvando hacia su pecho, en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzara  a desplumar sus viejas y gruesas plumas  que le impedían volar.
Después de 5 meses, sale de nuevo a volar, en su vuelo de renovación, que le permitirá vivir otros 30 años más.

El triunfo del cambio

En nuestra vida, al igual que el águila, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo , buscar un profesional  y comenzar un proceso de renovación para continuar  un vuelo más ligero que permita disfrutar de todo el paisaje.

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