MINDFULNESS XXXV. RENOVACIÓN EN EL DEVENIR

RENOVACIÓN EN EL DEVENIR

Por Beatriz Santos Dieguez

Cerramos el verano recordando un acontecimiento devastador en sí mismo, el último sismo en Chile, pero que a la vez nos permitía contemplar la gran fortaleza y la capacidad de las personas para afrontarlo.

Vamos a inaugurar el otoño, con algún otro acontecimiento que haya producido impacto. Seguiremos con una de las líneas que ya veníamos trabajando, nuestro devenir en la vida, que es el devenir de nuestro momento presente.
Nuestro pasado quedó ahí, como muestra de que vivimos; nuestro futuro pertenece a un universo de posibilidades que solo podemos hacer realidad si somos capaces de vivir este momento aquí y ahora, tal y como se nos presenta, sin intentar cambiarlo, ni criticarlo, ni evitarlo, ni aferrarnos a él.

Ya nuestro amigo Heráclito (de Éfeso), allá por el año 500 (aproximadamente) antes de Cristo señalaba que el fundamento de todo  está en el cambio constante, con su famosa frase no se puede entrar dos veces en el mismo río, pero a diferencia de él, hoy no pensamos que todo está  basado en los  contrarios o el dualismo (bueno-malo, alegría-tristeza, etc.), sino que hay múltiples salidas a los conflictos que se nos plantean, y que todo va a depender de nuestra manera de interpretar los hechos, afrontarlos y salir adelante, incluso por encima de nuestras cenizas, como él Ave Fénix.

El acontecimiento elegido para el post de hoy, y que produjo un gran impacto en mí (pero también en otras muchas personas) se remonta al último fin de semana de septiembre.

Los días 25, 26 y 27 de septiembre, asistimos más de cuatrocientas personas a un congreso (celebrado en Sevilla) de Ludopatía (una de las llamadas Adicciones Comportamentales también llamada Adicción sin Sustancias), de la que hablaremos largo y tendido a través de este tiempo que se nos presenta en el horizonte y al que iremos llegando en la medida que nos adaptemos a su devenir.
Aprendimos mucho y sentimos mucho también.

Es de este sentir que atraviesa las barreras del aprender del que quiero hablar hoy.

Casi todas las ponencias del Congreso gozaron de gran atención y curiosidad por nuestra parte (los asistentes), pero hubo una en concreto cuyo final  perdí  (aunque me han contado) pero cuyo principio abrió todas las puertas de mis sentidos: La Motivación, eje de nuestra intervención, expuesta por Senador Pallero Guerrero.

Senador Pallero Guerrero
La simple forma de presentarse el ponente haciendo alusión a su nombre y "la ninguna relación que este tiene con la política" dejó patente esa luz que tienen las personas que han vivido y viven al ras de la tierra tocando el cielo con su mirada.

Hoy no voy a entrar en la ponencia en sí (pero es posible que me acoja a ella en otras ocasiones) sino en el mensaje que dejó inscrito tanto en su presentación como cuando nos contó la historia de la vida águila tan ligada a la del Ave Fénix,  tan bella como aleccionadora.

Me hizo pensar sobre los Mitos, tan arraigados en nuestras vidas porque realmente son los encargados de contar la propia historia de los pueblos y las civilizaciones y estas se encargan de trasmitirlos de generación en generación.
El mito del Ave Fénix cuenta que este ave poseía varios dones, como la virtud que sus lágrimas fueran curativas, su fuerza descomunal, el control sobre el fuego o su gran resistencia física.
Lo que todos recordamos de esta leyenda o mito, es que resurge de sus cenizas.
El Ave Fénix muere para renacer con toda su gloria.
Pero ¿de dónde sale el mito del Ave Fénix?  ¿Por qué  comparo este mito con la vida del águila?

El fénix corresponde al Bennu[1] egipcio. Es un ave mitológica  representada como una garza real cenicienta del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de pico y garras fuertes. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas.
Curiosamente es el tamaño (pues el águila pertenece a la familia de las rapaces y la garza real a la familia Ardeidae o grupo de las aves del medio acuático) el término que puede unirlas, que las hermana a través de la historia. 
Aquí va la historia de la que Senador Pallero Guerrero nos habló:
“El águila es el ave más longeva, llega a vivir hasta 70 años, pero para llegar a esta edad tiene que hacer grandes cambios.
Hacia los 40 años su cuerpo lleva impreso el peso de los mismos (años vividos): Su pico largo y puntiagudo se curva hacia abajo apuntando contra su pecho, sus uñas están apretadas y flexibles, lo que le impide agarrar a sus presas, de las cuales se alimenta; sus alas están envejecidas debido a que sus plumas gruesas le hace difícil volar.
Entonces el águila solo tiene dos alternativas: morir o afrontar su doloroso proceso de renovación, que dura 150 días (cinco meses).
Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga necesidad de volar.
En este lugar, en donde se ha aislado, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo, esperando entonces hasta el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas y talones.
Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, empezará a desplumar sus viejas plumas.
Solo cuando estos cambios se han producido con el consiguiente dolor, tanto físico como emocional,(aislamiento) el águila inicia su vuelo, renovada y con 30 años por delante".
Al igual que el águila, la mayoría de nosotros tenemos que iniciar este proceso de renovación una o más veces en nuestra vida,  difícil y doloroso pero necesario para librarnos del peso del pasado, y continuar nuestro vuelo  ligeros, para  afrontar el día a día sin la pesada carga de  creencias y costumbres que estaban aprisionándonos.


POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:



[1] Ave mitológica del antiguo Egipto.  Fue asociada a la crecida del Nilo, a la muerte y al Sol. Representaba la creación y la renovación del calendario egipcio. 

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