ADICCIONES XVI. RASGOS DE PERSONALIDAD DEL LUDÓPATA
Rasgos de personalidad del Ludópata
Por Beatriz Santos Dieguez
El juego, como objeto de adicción, ejerce sobre el sujeto
portador una atracción a modo de
poderoso imán.
La similitud de la
ludopatía con las drogodependencias puede verse claramente en el síndrome de abstinencia, cuyos síntomas psíquicos (irritabilidad,
inestabilidad de humor, dificultad de concentración, ánimo depresivo,
pensamientos obsesivos, pesadillas, etc.) y neurovegetativos (sudor, nauseas, temblor, diarreas, inapetencia, etc.) son semejantes.
El juego genera en el usuario un estado permanente de
angustiosa expectativa o de estrés que
conduce a desajustes emocionales frecuentes, lo que repercute en el estado
general del sujeto y también influye sobre cualquier otra enfermedad que este
pudiera tener con anterioridad.
El ludópata va
teniendo un progresivo deterioro en su personalidad, que va cambiando poco a
poco debido a que se instala en una
vorágine conductual, que finalmente lleva a lo que se ha llamado la personalidad del
adicto.
La adicción al juego va estrangulando funcionalmente la vida afectiva del sujeto y su manejo y expresión en la
relación interpersonal acentuando un
rasgo de carácter, que con frecuencia forma
parte de su personalidad previa a la adicción: la dificultad para la
expresión de los sentimientos o alexitimia.
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La nueva personalidad del ludópata gira en torno a la obtención de medios (tiempo y dinero)
para proporcionarse el placer de jugar, que alterna con el dolor de las
pérdidas y de las que el ludópata es relativamente consciente.
El ludópata sigue
aferrado al principio del placer como eje de su vida en menoscabo del
principio del deber.
No es capaz de
atender al principio de realidad (compaginar el placer con el deber) propio
del adulto.
Las principales características (que actúan a modo de
síntomas) que van conformando la nueva personalidad del ludópata son:
- El egoísmo: va dejando de lado sus propias necesidades y las de familia (tendencia a una apropiación indebida del dinero familiar y a un absentismo llamativo del hogar).
- Se vuelve mentirosos y cínico, hábito que practica con naturalidad y descaro, con el que trata de negar por sistema su realidad adictiva.
- Se vuelve taciturno, aislado, suspicaz, susceptible, irritable y soberbio, buscando solamente el ataque como mejor defensa, intentando mantener en secreto su adicción.de la curiosidad familiar.

Además de todo lo dicho respecto a la conducta y a como esta afecta a su entorno, la salud fisiológica y psicológica del
ludópata queda seriamente comprometida. La ansiedad y la depresión forman
parte del arsenal de síntomas que como consecuencia de las mentiras, hurtos,
tendencia al aislamiento, etc., van apareciendo, siendo rasgos muy característicos
de ellos, los siguientes:
- Abulia, por pérdida de voluntad.
- Auto depreciación por pérdida de la autoestima y de la dignidad.
- Vivencias de esclavitud, por pérdida de libertad.
- Anosognosia o falta de conciencia sobre la propia enfermedad.
La anosognosia es
la falta de conciencia de los déficits, síntomas y signos de una enfermedad, y
no simplemente una negación, y aunque dicho término, descrito por primera vez en
1914 por el neurólogo francés Joseph Babinski, nace para referirse a trastornos
neurológicos, también es aplicable a los trastornos neuropsicológicos como es
el caso.
Termino este post con una
curiosidad:
La novela El Jugador de Dostoivski (novelista
ruso del siglo XIX), que retrata con todo lujo de detalles la vida de los
casinos de su época, se dice que el autor la escribió en veintiséis
días para hacer frente a sus deudas de juego. Esta rapidez literaria se piensa
que también fue posible debido a que su mujer era taquígrafa.
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