ADICCIONES XIII: JUEGO VERSUS JUEGO PATOLÓGICO
JUEGO VERSUS JUEGO PATOLÓGICO
Por Beatriz Santos Dieguez
El juego patológico presenta un paralelismo
casi total con los criterios que determinan el diagnóstico de la adicción.
Es importante hacer una distinción, entre el juego normalizado y el juego
patológico.

Muy distinto al juego patológico que implica una actividad compulsiva, realizada de manera reiterada, y con falta de
control por parte de quien lo realiza.
Cuando se pasa de jugar por gusto a jugar para eliminar el malestar, ese momento nos está
indicando que algo completamente normal comienza a desdibujarse.
Los juegos de azar ya existían en
civilizaciones muy antiguas (Egipto, Imperio Chino…), pero su desarrollo a gran
escala tiene lugar en los siglo XIX y XX.

A diferencia de los juegos de
competición en igualdad de oportunidades (como el ajedrez), y los que son una competición de habilidades y/o
capacidades personales (la mayoría de
los deportes), los juegos de azar
tienen ese componente de suspense que resulta muy excitante para la mayoría de las personas.

Este
estilo de pensamiento genera fácilmente fuertes
expectativas con respecto a las posibilidades de conseguir éxito, que en
realidad son muy bajas, y cuando no se
cumplen se repite la conducta de jugar
con la esperanza de que más adelante se consiga.
En España, excepto los primeros bingos y
loterías (incluyendo el sorteo de la ONCE), es a partir de la legalización de
los juegos de azar en 1977 cuando se
popularizan estas actividades, se permite el acceso a la mayoría de las personas
y se hacen visibles los casos
problemáticos.
Entre los factores que favorecen el desarrollo de la adicción, en el juego patológico pueden tener gran importancia
los que se refieren al contexto y al entorno.
Intencionadamente o no los factores
ambientales que se dan en los bingos, casinos, salas de juego y
demás son bastante significativos:
-Ausencia
de luz natural, por lo que se pierde la noción del tiempo.
-Gran
cantidad de estímulos llamativos y que se asocian con facilidad al juego:
luces, sonidos, colores brillantes, etc.
-Patrones
de conducta repetidos: argot propio, gestos estereotipados,
apuestas recurrentes, etc.
Todo ello hace que una vez se accede al
lugar de juego sea difícil dejar de jugar, y que cualquiera de los estímulos
que se asocian al juego tengan efecto
llamada para iniciar la conducta.
Actualmente
el juego patológico se asocia con frecuencia a consolas de video
juegos y a las apuestas y juegos online relacionados con las nuevas
tecnologías.
La ludopatía es
muy antigua si la comparamos con las adicciones a las tecnologías de la información. Su
descripción como enfermedad mental data de los años 70-80 del siglo pasado, lo
que no indica que no hubiese personas con este problema mucho antes.
Dentro de los
manuales de psicopatología la ludopatía se incluye dentro de los trastornos de control de impulsos.
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