PSICOGENEALOGÍA XVI. Los Arquetipos
Los Arquetipos
Por Beatriz Santos Dieguez
Los arquetipos sirven para describir la orografía de la naturaleza
cultural sobre la que se fundamentan nuestras experiencias individuales (Carl
Gustav Jung).
Etimológicamente arquetipo
viene del griego antiguo que se traduce como Modelo original. Lo cual pone de manifiesto como nuestros
antepasados comunes, los padres y madres del resto de las culturas percibían la
realidad. Pero además, mediante su
estudio, podemos saber los mecanismos
inconscientes mediante los cuales comprendemos y organizamos nuestra realidad
hoy en día.
A finales del S.XIX y principios del S.XX los avances en
diversos campos de la ciencia y del arte
son asombrosos.
No cabe duda que las corrientes, teorías y movimientos que
aparecen en el puente de final del S.XIX y principios del S.XX siguen sirviendo
de bases para las nuevas generaciones de investigadores y teóricos, por lo que
muchos conceptos que se desprende de ellos se ha tomado para continuar en la
misma línea o para cambiar de rumbo, pero con una única finalidad: que la
ciencia avance, y esto sea beneficiosos para la humanidad.
Algunos de los conceptos que se utilizan en Psicogenealogía parten del Psicoanálisis. A su vez, el Psicoanálisis aparece dentro del campo
de la medicina.
Un concepto clave que sale de este campo es el de INCONSCIENTE COLECTIVO, el cual proviene
de Carl Gustave
Jung quien desde muy pequeño se vio avocado, por el ambiente en que vivió, a lidiar con
una doble espiritualidad, la luterana
(muchos miembros de su familia estaban relacionados con esta religión) y la
basada en ideas relacionadas con el
paganismo.
Esta especie de dualidad
va a ser una constante en su vida. Siempre
se movió en la tensión entre lo material y lo espiritual, lo cual influyó
sobremanera para acumular enemigos dentro del mundo científico y académico de
la época.
Su afición imparable a la lectura le
permite investigar, argumentar y hacer progresos en aquellos sectores que le interesan.
Cuando llega a la veintena su interés se enfoca en dos
aspectos diferentes: en los aspectos
cotidianos y sociales por un lado, y
por otro con los temas relacionados con
los misterios de la vida.
Estudia medicina en
la Universidad de Basilea, graduándose
en 1900. Descubre que a través de ella puede abordar los dos aspectos que
le apasionan, los procesos biológicos
tratados en la medicina por una parte, y
los temas psicológicos y espirituales por la otra.
La medicina de la que Carl Gustav Jung parte para
trabajar en la clínica psiquiátrica
proponía una visión materialista y
reduccionista de la enfermedad mental, enfoque que no comparte, por lo que aborda
el estudio de otras disciplinas
como la antropología, el estudio del arte, incluso el espiritismo y el estudio del tarot.
Esta visión multidisciplinar de entender la mente le lleva al estudio de los símbolos y su raigambre en
la historia de la cultura humana.
Freud y Jung se
conocen en Viena en 1907. Freud se
convierte en una especie de mentor para el
joven Jung (de forma similar a
como Breuer lo hizo con él) que ya se había
interesado por el psicoanálisis desde hacía años. Sin embargo, como ya
mencionamos en el post anterior, aunque los escritos sobre el inconsciente y los impulsos fascinaban
a C. G. Jung, no estaba de acuerdo en abordar todo
el espectro de los procesos mentales y la psicopatología como si todo se
fundamentase en las funciones biológicas.
Para C.G. Jung,
una parte de lo inconsciente está compuesta por recuerdos heredados que es la materia prima de la cultura. Estos
recuerdos se expresan a través de lo que
C. G. Jung llamó arquetipos.
Los arquetipos
son los elementos que componen la memoria colectiva, fruto de la transmisión
hereditaria de la cultura.
Estos arquetipos
existen como plasmación de todos los productos
culturales hechos por el ser humano (teatro,
pintura, historia, etc.,) pero también pertenecen al mundo invisible del inconsciente de cada persona, como si fuese
algo latente.
Cómo son elementos
que se caracterizan por ser de transmisión
hereditaria, son básicamente universales, y pueden ser encontrados bajo
diferentes formas en prácticamente todas
las culturas.
Es por esta razón por la que C. G. Jung llamó la atención sobre el hecho de que para entender la
mente humana también había que estudiar los productos de esta, es decir, sus
producciones culturales.
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