MISCELÁNEOS V. BRUCE LIPTON Y SU CONCEPTO DE LAS CREENCIAS
BRUCE LIPTON Y SU CONCEPTO DE LAS
CREENCIAS
Por Beatriz Santos Dieguez
La ciencia no solo es compatible con la espiritualidad: es una profunda
fuente de espiritualidad. (Carl Sagan)
Terminamos el post de la semana pasada con un vídeo de las
creencias, al final del cual el ponente enumeraba una serie de técnicas y
terapias útiles para acceder a su origen, y de esta manera poder
re-programarlas.
Hay otras terapias y técnicas no mencionadas en el citado
vídeo, mediante las cuales también es posible su acceso, como es el caso del Psych-K, de Mindfulness...y otras.
Mindfulness es una
técnica útil de la que venimos hablando largo y tendido en este blog, pero lo
que en esta serie de post intento
transmitir es la base o el origen de los problemas o conflictos, que aunque aparecen en nuestro
ahora pertenecen a nuestro pasado alojados en nuestras creencias que a su vez se instalan en el
subconsciente.
Llegar al origen de
los conflictos nos va a facilitar hallar las claves para resolverlos.
El origen está en las creencias.
Desde hace unas décadas viene desarrollándose una corriente
científica (recordemos que las creencias científicas son creencias abiertas
susceptibles de ser refutadas) de la que Bruce
Lipton es uno de sus más
destacados representantes.
Los estudios y
experimentos con las células y continuos avances en su conocimiento de
la física cuántica hacen cambiar la
visión del mundo y de los seres humanos de este científico celular (Bruce Lipton), que mediante preguntarse
el para qué de la
duplicidad (cuerpo y
espíritu) en los humanos, haya la respuesta a través de sus células, cuyos experimentos cambian su creencia de no creer en la eternidad
a creer en ella.
El espíritu es
energía, que es lo que perdura cuando el cuerpo muere.
Pero si solo existiera el espíritu no podríamos sentir
sensaciones, sensaciones que provienen de nuestros sentidos (alojados en el cuerpo) pero que nos
proporciona el exterior. No podríamos sentir el sabor de una fruta, no
podríamos oler una flor, ni sentir las sensaciones que se producen cuando
estamos enamorados, o sentir aquello que nos produce un amanecer, porque todas estas
sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede sentir y
tener experiencias que transmiten al cerebro.
Estas sensaciones
que mi cuerpo tiene se convierten en vibraciones
que se transmiten a la fuente del
ser (el universo, Dios o ese algo Superior).
Si mi cuerpo se muere, mi
fuente de ser y mi espíritu tienen una memoria hasta que tenga otro cuerpo.
El cómo Bruce
Lipton llega a este cambio de creencia también proviene de la célula.
En sus estudios se da cuenta que si cogemos una muestra de
nuestras células y las trasladamos a otro cuerpo, el sistema inmunitario del
otro cuerpo las rechaza, por lo que descubre que desde el punto de vista biológico no hay dos personas iguales.
En las células hay unos receptores que son como una especie
de antenas en miniaturas, y algunos son
autorreceptores. Los receptores de otro cuerpo son distintos a los míos,
por eso los rechaza.
Estos receptores reciben señales del entorno. Si corto esos
receptores, la célula no tiene ninguna identidad.
Una forma gráfica de explicar esto es la siguiente:
El cuerpo es como un televisor. Los receptores son los encargados de recoger
la transmisión del programa X en la cadena o canal Y.
Estoy viendo la televisión
(mi cuerpo), y se estropea el tubo de la imagen; el televisor deja de
funcionar, ha muerto, pero la transmisión de programa X sigue, por lo que si
conecto este programa X de la cadena Y en otra televisión (otro cuerpo) se
seguirá viendo dicho programa.
Si esto lo traslado a las personas, nuestro cuerpo puede
morir, pero nuestro espíritu seguirá vivo hasta que encuentre otro cuerpo.
De igual manera que si el televisor donde estoy viendo el
programa X se estropea puedo seguir viendo el mismo programa en otro televisor,
mi cuerpo puede ir y venir, pero la
transmisión siempre está ahí.
Espero y deseo haberme hecho entender y sobretodo haber
canalizado el sentido que intento dar puesto que aunque lo expuesto tiene una buena
base empírica, hay fragmentos que pueden entenderse como metafísica. Sin
embargo, no puedo obviar este movimiento que anuncia un cambio de paradigma en
la ciencia y que nos servirá para enlazar con todo lo que se cuece respecto a
Cuerpo-mente- espíritu.
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