MISCELÁNEO CI. COSAS DE LA VIDA II. YATROGENIA
COSAS DE LA VIDA II
YATROGENIA
Por Beatriz Santos Dieguez.
Ayudar, o por lo menos no hacer daño (principio recomendado. Locución, paráfrasis o aforismo de origen desconocido)
El origen de esta frase,
como el de otras muchas, no es conocido con certeza, aunque siempre se tiende a
adjudicarlo a algún autor relacionado con el tema.
Si bien la locución se atribuye a Hipócrates, ésta no se encuentra en las versiones del Juramento Hipocrático. Se la ha descrito como una paráfrasis[1] latina de un aforismo hipocrático de Galeno (aunque Galeno también escribía sus obras en griego, no en latín)
Dicha
locución se aplica en debates
sanitarios debida a que toda intervención sanitaria tiene la probabilidad
de provocar daño al paciente.
Esta es una realidad que
debemos tener en cuenta.
Es una expresión, aforismo
[2]o
principio utilizado en los ámbitos médicos desde, al menos, el año 1860,
señalando que los actos médicos hechos
con las mejores intenciones, además de las consecuencias buscadas, puedan tener
consecuencias indeseables (Iatrogenia).
El término Yatrogenia procede de la palabra iatrogénesis que significa provocado
por el médico o sanador (iatros=
médico, en griego geno=producir, e ia=cualidad o génesis =crear).
Yatrogenia,
también popularizada como Iatrogenia,
es una palabra muy escuchada dentro de las ciencias
de la salud (medicina, psicología, psiquiatría, farmacia, veterinaria, etc.)
y utilizada para referirse a aquellas reacciones adversas producidas como
consecuencia o resultado de la aplicación de determinado tratamiento
proporcionado por un profesional sanitario, sin que este haya obrado de forma
inadecuada.
De acuerdo con esta
definición, cuando hay mala praxis, dolo
o tortura aplicada en experimentaciones no éticas por los profesionales
sanitarios, o el incumplimiento o abandono de un tratamiento por parte de un paciente, no
hay iatrogenia.
Yatrogenia o Iatrogenia hace referencia a todo daño provocado de manera involuntaria, por la acción de un profesional sanitario, debido, generalmente, a un fármaco prescrito, a una maniobra quirúrgica determinada o la aplicación de una terapia de recomendaciones sanitarias. No está ligada necesariamente a la mala praxis, pero conlleva efectos indeseados.
Actualmente, en el ámbito
de la medicina, el mayor daño Iatrogénico suele producirse a
causa de los efectos secundarios de los
fármacos.
En psicología cuando aparece algún tipo de alteración, daño o
agravamiento en la condición psicológica del paciente provocado por la terapia
que se está aplicando, siendo la adecuada, se dice que existe Iatrogenia.
Pero en el terreno psicológico, poniendo en primer
plano la importancia de darnos cuenta, cuanto antes, de esta alteración, hay
que saber diferenciar entre si este se trata de un agravamiento real o es parte
del proceso, ya que en las terapias
psicológicas, el hecho de que el paciente se encuentre mal al darse cuenta
de determinado funcionamiento que tenía y que es el que le trae a consulta,
provoca situaciones de tristeza, rabia o incluso miedo, que son necesarias para
transitar su estado y llegar a una superación del problema que le ha llevado a consulta.
Podemos decir que Yatrogenia es todo daño no deseado ni buscado en la salud del paciente, causado o
provocado como efecto secundario inevitable e impredecible, por un acto
sanitario avalado legítimamente, destinado a curar o mejorar el estado de salud
del paciente. Este tratamiento se ha llevado a cabo de forma correcta, con la
debida pericia, prudencia y diligencia.
En la anterior definición
podemos encontrar cierta relación con el llamado efecto nocebo.
En
todo profesional de todas las ciencias de la salud,
provocar daño a un paciente está fuera de toda intención personal o profesional.
Sin embargo, hay que aceptar que la
intención del profesional no elimina las consecuencias negativas que puede
acarrear un determinado tratamiento en un paciente, de la misma forma que todo acto de buena fe no es siempre garantía
de beneficio.
En términos del daño que se puede provocar a un paciente, iatrogenia y mala praxis no es lo mismo y
es necesario realizar dicha distinción. Suele confundirse con frecuencia, lo cual convierte al profesional sanitario en un una segunda víctima que
recibe un fuerte impacto emocional, dejándole marcado y traumatizado, en
ocasiones, para el resto de su vida y su
carrera.
La
Mala praxis es un concepto
jurídico que implica que se ha cometido una falta profesional, debido a negligencia, descuido, omisión o
falta de esfuerzo y formalidad necesarios para llevar a cabo un tratamiento
que implica no haber trabajado de forma completamente profesional, precavida,
diligente y adecuada en el ámbito de las ciencias
de la salud.
Tampoco
se puede considerar Yatrogenia el incumplimiento o abandono del tratamiento por parte del paciente
En la Yatrogenia nunca hay intención de provocar daño (dolo), ya que aunque el profesional
conozca los riesgos que el tratamiento puede conllevar, ha ponderado estos, y
ha llegado a la conclusión de que los efectos secundarios o daños producidos
por el mismo son preferibles a la no aplicación de dicho tratamiento para la
salud del paciente.
Por tanto, la Yatrogenia
es el efecto nocivo o daño que se produce sin entenderse, al día de hoy, cuál ha sido la causa.
No
deriva de la voluntad, responsabilidad o
culpa del sanitario en la producción del daño. En ella se puede
encontrar que cada acto realizado por el profesional sigue la indicación
sugerida por el tratamiento, no existiendo conducta negligente, ni falta de
seriedad o conocimientos necesarios para la aplicación de los principios que
dicho tratamiento requiere.
En sentido bioético, es la aplicación del principio: ante
todo no hacer daño.
[1] Paráfrasis: explicación o comentario que se añade a un texto difícil de entender para aclararlo. También: frase que expresa el mismo contenido que otra pero con diferente estructura sintáctica.
[2] Aforismo: Frase o sentencia breve y doctrina que se propone como regla en alguna ciencia o arte.
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