MISCELANEO LII. SERENDIPIA Y PSICOFÁRMACOS

SERENDIPIA Y PSICOFÁRMACOS
Por Beatriz Santos Dieguez

Serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, causal o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta.

Aunque en sus orígenes la palabra[1] serendipia se uso mucho,  fue cayendo en desuso y recientemente  (hace unas décadas)se ha rescatado debido al interés  que despierta en el campo científico y cultural.

La palabra Serendipia deriva de inglés Serendipity,  neologismo[2] acuñado por  Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento tradicional persa llamado “los tres príncipes de Serendip” donde sus protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip (antiguo nombre persa de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka) solucionaban sus problemas a través  de increíbles casualidades.

En los campos de la ciencia y la tecnología son habituales las serendipias, pero también lo son en el ámbito de la literatura y de la vida en general.

Un sinónimo  muy utilizado del término  en el mundo  hispanohablante es el de chiripa, que tiene una connotación más festiva  y se refiere comúnmente a casualidades y eventos fortuitos de la vida cotidiana, incluso a hechos intrascendentes.

En el mundo científico es habitual utilizar el término Pseudoserendipia, cuando se habla de que el investigador, tras haber investigado mucho sobre algo sin obtener resultados, y debido a un accidente fortuito o una revelación,  consigue finalmente su objetivo.

La Serendipia también puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga  relación con lo que busca. Pero como señaló Luis Pasteur  “en el campo de la observación, el azar solamente favorece a las mentes preparadas”.

Algunos lo llaman suerte

Pablo Picasso  decia que ojala la suerte le pillara mientras estaba trabajando.

En fin, el término, palabra o neologismos  Serendipia es aplicable a todos los ámbitos de la vida en general, y muy especialmente en el campo de la investigación.

Es necesario, a veces, diferenciar la serendipia de la pseudoserendipia. Y aquí nos adentramos en el campo de los psicofármacos.

Aunque pueda parecer que el desarrollo de los psicofármacos ha sido fruto de una investigación planificada y un gran conocimiento de los mecanismos neurobiológicos que explican los trastornos mentales, todavía hoy en día son discutidas las bases biológicas como las posibles causas de estos.

Como en cualquier otro campo de la ciencia, el azar ha jugado un papel decisivo en la creación de los nuevos psicofármacos, donde se desconocen los mecanismos de acción de gran parte de ellos a pesar de su reconocida eficacia para tratar muchos de los síntomas de los trastornos mentales y, de su amplio uso en nuestra sociedad.

Y sí, tal vez, la palabra que mejor describa como se descubrieron determinados psicofármacos sea SERENDIPIA, puesto que además del azar intervino en ello la sagacidad y perspicacia de las personas que observan sus efectos y de las grandes empresas que financian sus investigaciones.

Entrando en juego aquí algunos factores que lejos de proporcionar el ambiente festivo del que nos habla el  sinónimo chiripa, nos adentra en el obscuro  terreno de la cronificación de muchas de las enfermedades físicas debida a los fármacos, así como de la adicción a muchos de ellos tanto en el terreno físico pero principalmente en el terreno de las denominadas enfermedades mentales.

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[1] Las palabras  nacen generalmente cuando surge una nueva realidad que exige ser nombrada, como por ejemplo en inventos y descubrimientos, y también para nombrar nuevos fenómenos políticos, económicos o culturales.

[2] Palabra o expresión de nueva creación  en una lengua. Los neologismos pueden surgir por composición o  derivación, como préstamos de otras lenguas, o por pura invención. El lenguaje científico y técnico utiliza gran cantidad de neologismos.