ADICCIONES XIV. LUDOPATÍA: ADICCIÓN O TRASTORNO DE CONTROL DE IMPULSOS
LUDOPATÍA: ADICCIÓN O TRASTORNO DE CONTROL DE IMPULSOS
Por Beatriz Santos dieguez
Enfermedad es todo aquello que implique un menoscabo para el bienestar
físico, psíquico o social de la persona (Organización Mundial de la Salud: OMS)
Está claro que la Ludopatía
o Juego Patológico (adicción al juego de azar) actualmente está considerada
como una auténtica enfermedad, lo cual legitima la presencia cercana y/o
integrada de un profesional sanitario (psiquiatra, psicólogo) en el proceso de
tratamiento y rehabilitación.
El concepto que de la Ludopatía se tenía hasta hace pocas
décadas como vicio o conducta voluntaria que la persona ejecuta por simple
gusto, está totalmente descartado.
Con respecto a otros trastornos
mentales, la Ludopatía alcanza una relevancia superior a la de la
esquizofrenia, y solo la supera en alcance social el alcoholismo, los
trastornos de ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar.
En España la cifra alcanza a más
de un millón de ludópatas.
El término Ludopatía ya existía en el Derecho
Romano para referirse al esclavo de
las deudas.
En 1924 Kraepelin (padre de la psiquiatría moderna) la define como manía del juego, como refencia más
antigua a su condición mental.
Actualmente es valorada desde un punto sanitario-psiquiátrico como una de las adicciones sin sustancias.
En 1980 la APA (Asociación
americana de Psiquiatría) y posteriormente la OMS (Organización Mundial de la Salud) incluyen la Ludopatía en sus manuales diagnósticos (DSM y CIE). Lo
hacen dentro de los Trastornos por
Déficit de Control de Impulsos, junto a entidades clínicas como la piromanía, la tricotilomanía o la cleptomanía. Ello implica que aunque
le otorgan el rango de enfermedad, no la
consideran una adicción porque carece de sustancia externa.
Por tanto, a día de hoy,
no existe respecto a la Ludopatía
una categoría (en los manuales diagnósticos DSM y CIE) referida a
adicciones en sentido amplio, dejando los trastornos adictivos a aquellos
relacionados con sustancias.
Clínicamente, sin
embargo, el juego patológico tiene características similares a la conducta
adictiva y dicha similitud es más intensa que en otros trastornos del Control
de Impulsos, lo cual se puede comprobar si comparamos los criterios
diagnósticos del juego patológico y la dependencia de sustancias.
En el presente, Organizaciones
Sanitarias sugieren considerar al
ludópata como un adicto y examinar la posibilidad de incluir la Ludopatía
dentro de las adicciones, puesto que contiene los cinco elementos fundamentales que se establecen como condición para
poder diagnosticar una adicción:
1) Necesidad, ansia, deseo, o apetencia urgente y desmedida (Craving) de llevar a cabo la conducta adictiva, de forma semejante a como
ocurre en el alcoholismo o la adicción a la cocaína.
2) Incapacidad o pérdida de control del impulso a realizar la conducta
adictiva, lo que se traduce en una incapacidad
para mantener la abstinencia o para detener la conducta adictiva una vez
iniciada.
3) Síndrome de abstinencia cuando se interrumpe la conducta de
juego.
4) Tolerancia, o necesidad de aumentar la cuantía, frecuencia o
dosis de la conducta ludópata para seguir obteniendo el mismo grado de
satisfacción, excitación o placer.
5) Persistencia en la conducta de juego a pesar de las
consecuencias negativas y conflictos que
genera en el ámbito personal, familiar, laboral y social.
Dentro de la Unión Europea
ocupamos el primer puesto por gasto per cápita en juegos de azar, siendo España
uno de los países más castigados en el mundo por la ludopatía.
POSTS CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA
Adicciones I: Rituales y legalidad
Comentarios
Publicar un comentario