Línea Vida Sana VII: Purificar el hígado
PURIFICA EL HÍGADO
CON UNA PRÁCTICA DE LOS MONJES TAOÍSTAS
Por Beatriz Santos Dieguez
Los aditivos contenidos en ciertos
fármacos, alimentos y comidas envasadas obstruyen el hígado, órgano clave
para los procesos de desintoxicación del cuerpo.
Cuando el hígado se encuentra
sobrecargado, las toxinas se acumulan sin posibilidad de ser expulsadas, de ahí
que sea tan importante depurarlo de vez en cuando. Esto puede lograrse con
extractos de plantas medicinales, acupuntura, acuprensión, ayuno o ejercicios
específicos (De Secretos de longevidad y
rejuvenecimiento, Svetlana Spitzberg, 2007).
La acuprensión es una forma
de terapia táctil, que emplea los principios de la acupuntura y la medicina china que se
utiliza para aliviar diversos síntomas y dolores. En ella se trabajan los
mismos puntos que en la acupuntura, solamente que son presionados manualmente,
se aplica una presión sobre tejidos profundos en puntos específicos de energía
a lo largo de la superficie del cuerpo. Estos puntos son terminales relevantes
para diversos meridianos de órganos de energía
y, cuando se les aplica presión, se estimula y equilibra el flujo de energía a
través de los meridianos relacionados. La presión puede aplicarse, bien
mediante la punta del pulgar o el índice, o bien con los nudillos.
La acuprensión siempre debería
practicarse conjuntamente con una respiración abdominal profunda, para
potenciar sus efectos. En este caso, y
puesto que lo que pretendemos es dar
unas pautas para desintoxicar el hígado,
el punto específico se denomina:
Ø
Tai-chung (El Supremo empuje). Este es un punto localizado en el pie,
situado en lo que los chinos denominan el meridiano del hígado, en la base del
empeine, entre los tendones del dedo grande y el segundo, unos cinco centímetros
por encima de la hendidura entre ambos dedos.
Modo de hacerlo: Con el pulgar, debes tantear profundamente
hasta encontrarlo, presionando agudamente y manteniendo la presión unos diez
segundos, suelta y repite la operación de tres a seis veces.
Este es un punto poderoso para
estimular la función hepática, desintoxicar el hígado y curar enfermedades
hepáticas.
También es efectivo para aliviar
los dolores de cabeza y de los ojos provocados por un hígado congestionado, y
para superar las resacas.
Para aumentar su efecto, es bueno realizar, como ya adelantamos, junto
a este ejercicio de acuprensión una respiración profunda,
concretamente la que se denomina RESPIRACIÓN
DE LAS PUESTAS DE LA ENERGÍA:
Ø
Te sientas con las piernas cruzadas sobre un cojín
o en una silla sin apoyar la espalda en el respaldo de la misma (en el caso de
la segunda opción) y la columna
vertebral bien derecha: inspira por la nariz, llevando el
aire a unos seis centímetros aproximadamente por debajo del ombligo, hasta que
notes que el vientre se hincha. Imagina durante unos segundos que
ese aire que inhalas es un fuego verde y azul procedente de un trozo de madera
quemada. Visualiza como asciende por el vientre hacia el hígado para
quemar y limpiar todas las impurezas y enfermedades que allí se encuentren. Espira
por la boca y deja que el vientre se encoja mientras emites el
sonido “hu” en un tono muy bajo y te imaginas las toxinas yéndose con
el alimento y el sonido. Repite el proceso siete veces seguidas.
Esta práctica es especialmente
beneficiosa en todo momento y lugar donde la energía ambiente de la naturaleza
y el cosmo sea particularmente pura y potente.
Si no puedes hacerlo al aire libre, procura cuando lo practique
abrir las ventanas de tu hogar o lugar donde te encuentres.
Este método de respiración recoge la energía de las fuentes externas y la guía hacia el interior del cuerpo para almacenarla, o hacia los órganos heridos (en este caso el hígado) hasta los tejidos dañados para curarlos. También se puede utilizar para eliminar energías tóxicas estancadas en los órganos. Por tanto es un buen método para recargar las “baterías” de energía y reabastecer las reservas de energéticas.
También es una práctica efectiva para cultivar el control de la
voluntad sobre la energía, desarrollando las facultades de visualización y
voluntad, y aprendiendo a ver y a sentir la energía que entra y sale del
cuerpo.
Como podéis comprobar, seguimos en
nuestra línea de pequeños trucos que nos permiten realizar grandes cambios sin
que todo nuestro sistema actual se resquebraje sino teniendo a la suavidad por bandera
y a la voluntad por Nación.
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