LÍNEA PSICODINÁMICA LXXXVI. EL TABU DEL INCESTO . FREUD
EL TABU DEL INCESTO. FREUD.
Por Beatriz Santos Dieguez
Los antiguos diccionarios califican el
incesto como “crimen contra el orden
de la sociedad”.
La Exogamia es una regla que favorece el enlace entre grupos sociales
diferente, y que rige la elección del cónyuge prohibiendo la relación matrimonial entre los miembros de un mismo
grupo, el que a su vez puede quedar delimitado por la relación de
descendencia, por pertenecer a una misma tribu, linaje, clan o localidad.
La
Endogamia o Incesto se refiere a La situación inversa a
la exogamia.
Todas las culturas han definido los emparejamientos matrimoniales adecuados y no adecuados y por lo general ciertos parientes cercanos están excluidos como posibles parejas.
El Incesto es una práctica rechazada culturalmente, incluso perseguida, contemplada en casi todos los códigos religiosos como una unión inmoral y prohibida.
Sin embargo, en la antigüedad (en la mitología y en las biblias
judeocristianas) aparece cierta tendencia incestuosa entre los miembros de una
misma familia, como por ejemplo, la reina Cleopatra,
Nerón o Calígula, Edipo rey , el Dios griego Zeus, Lot y sus hijas, o la dinastía
de los Habsburgo (también llamada Casa
de Austria). Dichas uniones familiares responden al criterio práctico de conservar el poder del trono vinculado a la
familia.
Freud
al referirse al incesto lo hace en su
ensayo Totem y Tabu desde
la horda primitiva humana, y al enfrentamiento que se produce entre varones
por el acceso a la reproducción, lo
cual habría confrontado a hermanos o incluso a padres e hijos.
Las sociedades primitivas se organizaban a partir de los intercambios
de objetos materiales y valores sociales, pero también a partir del “bien por excelencia”.
Prolongando las conjeturas
freudianas, la tesis de Lévy
Strauss respecto al incesto, considera que ese bien
por excelencia son las
mujeres. El intercambio de mujeres
tiene una función fundamental porque son un estimulante natural que fundamenta el pasaje de la naturaleza a la cultura,
constituyéndose como institución.
En 1950 Levy Strauss (considerado
el verdadero fundador de la antropología en el sentido moderno del término)
según sus tesis de que las mujeres son un bien por excelencias y siguiendo la senda de Freud imprime a la prohibición del incesto una iluminación nueva al
mostrar que responde al paso de la naturaleza a la cultura,
dándole un carácter universal y
llevando a una nueva valorización el estudio
del conjunto de las sociedades humanas.
Si desde el punto de vista biológico, el incesto
supone una unión que empobrece o disminuye la variabilidad genética disponible para
las futuras generaciones, debido a que los individuos pertenecientes a una
misma familia compartan en un alto porcentaje su material genético, desde el punto de vista psicoanalítico basado en los
estudios de Sigmund Freud sobre la constitución de la mente humana que arroja
explicaciones respecto al tabú del
incesto, considera a este Tabu como uno de los rasgos fundamentales de la civilización.
En
la obra de Freud, desde el inicio, está presente el resorte de la prohibición del incesto.
El concepto de incesto esta unido al de prohibición, ya que el orden instituye el incesto prohibiéndolo.
“Sin
prohibición no hay transgresión”
El inconsciente lleva al hombre en el deseo, a buscar lo
que nunca podrá alcanzar
Para Freud, “el deseo esencial es
el deseo incestuoso hacia la madre, un deseo que nunca podría satisfacerse”
El
psiquismo humano ha evolucionado a medida que los milenios
se han ido sucediendo, y lo que era una
restricción externa se convierte, interiorizándose,
en un mandamiento de una instancia anímica particular, el SuperYo del hombre.
El tabú del Incesto es una norma cultural que prohíbe las relaciones sexuales entre parientes.
La
prohibición del Incesto ha sido vista como un principio universal, una especie de ley primordial que marca el paso del estado de la naturaleza a la
cultura.
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