LÍNEA PSICODINÁMICA XXXIX.ESQUIZOFRENIA
ESQUIZOFRENIA
Por Beatriz Santos Dieguez
Como en otras patologías, la evidencia de la investigación sugiere que
en la aparición de la misma el balance entre causas ambientales (acontecimientos estresantes, relaciones
familiares caóticas etc.) y hereditarias (vulnerabilidad genética y
predisposición) está igualada, o al menos no se decanta en uno u otro sentido.
La terapia psicológica va encaminada a la reconstrucción de la confianza, incidiendo en la comprensión y manejo de la enfermedad por parte del paciente y su entorno, mediante la toma de conciencia de los factores de riesgos que pueden llevar a una recaída..
La importancia de detectar y diferenciar el tipo de trastorno psicótico, que el paciente exhibe es fundamental para su tratamiento e intervención y para reducir el impacto que estos síntomas tienen en el paciente.
Por Beatriz Santos Dieguez
La Esquizofrenia es un trastorno mental severo que afecta al pensamiento, las emociones y el
comportamiento, siendo la forma más
frecuente de trastorno mental severo. Afecta al 1% (uno por ciento) de la
población y suele manifestarse entre los 15 y los 35 años, siendo poco
frecuente su aparición antes de esta edad y después de los 40 años.
Aunque la estructura y química del cerebro pueden
estar afectadas, no existe, en la actualidad, ninguna prueba simple para su diagnóstico,
siendo la clínica (es decir la evaluación y seguimiento por parte del
profesional) la que ayuda de manera fehaciente a su diagnóstico y evolución.
Es conveniente destacar que el conocimiento y la
comprensión de los distintos aspectos de la Salud mental están en constante
actualización por lo que aunque la esquizofrenia es una patología o enfermedad
crónica (suele durar toda la vida), hay personas que se curan. Esto último depende
del tipo de esquizofrenia así como
de la evaluación, tratamiento y seguimiento.
El tratamiento es multidisciplinar. En él, la administración de fármacos
(neurolépticos o antipsicóticos, a veces también, antidepresivos y
ansiolíticos) ha de ir paralela a
terapias psicológicas (individual y grupal,
así como talleres de tipo práctico para la inserción en la sociedad).
La terapia psicológica va encaminada a la reconstrucción de la confianza, incidiendo en la comprensión y manejo de la enfermedad por parte del paciente y su entorno, mediante la toma de conciencia de los factores de riesgos que pueden llevar a una recaída..
La esquizofrenia es una enfermedad que presenta una serie de síntomas, los cuales van a dar
información, del tipo y la gravedad (según
incidencia e intensidad) de la misma. Estos síntomas podemos agruparlos en
síntomas afectivos, síntomas cognitivos, y síntomas psicóticos.
Los Síntomas afectivos como la desesperanza,
la irritabilidad y estado de ánimo triste pueden explicarse como parte de
la enfermedad, pero también como consecuencia de la misma o como fenómenos con
orígenes diferentes (comorbilidad:
coexistencia de dos o más afecciones que se presentan juntas). Sea como fuere
se requiere de una atención integral.
Los Síntomas cognitivos son aquellos que incluyen dificultades de concentración, lentitud de pensamiento y falta de
percepción (comprensión y aceptación)
de la enfermedad, constituyendo una merma en la atención la memoria y
ciertas funciones ejecutivas.
El tipo de atención que particularmente se ve afectada es la atención sostenida (o vigilancia) y la atención
dividida (más de un estímulo al mismo tiempo).
La memoria
episódica y autobiográfica que nos
permite recordar información de acontecimientos y hechos ocurridos recientemente,
se ve dificultada en la esquizofrenia, no tanto por el olvido como por las
alteraciones que se producen en la
manera de registrarse y evocarse los recuerdos.
Las funciones
ejecutivas la constituyen nuestra capacidad para planificar, ejecutar y evaluar lo que hacemos. En la esquizofrenia
la afectación de estas capacidades va a provocar mayores dificultades a la hora
de resolver problemas en el día a día.
Los
síntomas psicóticos en la
esquizofrenia tradicionalmente se han separado en dos grandes grupos. Síntomas positivos y síntomas negativos.
Estos
síntomas que acabamos de exponer no se presentan por igual en todas las
personas que padecen esquizofrenia ya que como más arriba se expone esta puede
aparecer junto con otro tipo de trastorno, existiendo una gran
variabilidad de una a otra persona.
La importancia de detectar y diferenciar el tipo de trastorno psicótico, que el paciente exhibe es fundamental para su tratamiento e intervención y para reducir el impacto que estos síntomas tienen en el paciente.
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