LÍNEA DE VERANO 2015 I. EL TAI-CHI: INTEGRACIÓN DE LA QUIETUD EN EL MOVIMIENTO
EL TAI-CHI: INTEGRACIÓN DE LA QUIETUD EN EL MOVIMIENTO
Por Beatriz Santos
En el hemisferio norte los rayos del sol caen
verticales, inundando paisajes con sus múltiples luces estivales, días largos de
cielos despejados (en su mayoría) y calor sofocante que nos invita a reconciliarnos con
el agua, con la tierra y con la naturaleza, de forma distinta pero complementaria a como ocurre en el hemisferio sur, donde las sombras de la
noches (cada vez más largas), van extendiendo sus tentáculos, permitiendo que
nuestras vidas, vuestras vidas, tengan un color, un olor, un tacto y un sabor
distinto. Las hojas que han ido cayendo
de los árboles en la estación precedente (otoño) han cubierto el mantillo de
tierra, el cual nutre las raíces de los
árboles y las semillas de la fría escarcha de algunos días y de las
inclemencias del tiempo en general, protegiendo a sus habitantes de los rigores
del clima y proporcionando el calor que la naturaleza ofrece a todos los
habitantes del planeta.
Así, desde el hemisferio norte y con todo
un verano por delante me dispongo a comunicarme con vosotros continuando una
línea que dejamos inconclusa en nuestro
invierno (del hemisferio Norte), vuestro verano (del hemisferio Sur). Pero
aquí, en el contexto del Chi-Kung, la Naturaleza y la Vida vamos a
enfocarlas desde otra perspectiva
distinta, pero también complementaria,
que nos ayudará a dar un paso más en el
conocimiento de esta práctica.
Lo primero: No hay dos
maestros o textos que estén de acuerdo
en lo que estos términos significan (siempre dentro del contexto del
Chi-kung). Nosotros vamos a intentar reunir
los puntos comunes para intentar comprender su importancia.
El cultivo de la Naturaleza (shiou-shing), el
cultivo de la Vida (Shiou-ming) y ambos a la vez (shiou-ning shiang-shiou)
son términos
que han circulado entre los adeptos del Chi-kung en China.
La Naturaleza es utilizada básicamente para referirse a la naturaleza humana, según se refleja
en las inclinaciones de los seres
humanos en su vida cotidiana en la tierra.
En términos de los tres poderes (os
remito al post I de la línea de invierno) del Cielo, la Tierra y la Humanidad, la Naturaleza refleja el polo terrenal en los seres humanos, las preocupaciones temporales de
la vida que definen la existencia cotidiana.
Las formas de cultivo
de la naturaleza comprenden todas las prácticas que participan
en las esencias posnatales y las energías
del cuerpo físico. La dieta y las hierbas funcionan con
la energía de los órganos internos, y los movimientos lentos y rítmicos de los
ejercicios de la meditación en movimiento cultivan las esencias del cuerpo físico.
La Vida se refiere a los aspectos
primordiales de la existencia humana, el espíritu inmortal y la energía
universal que animan al cuerpo humano durante la vida, pero que lo sobreviven
después de la muerte. Estos son los atributos prenatales del Cielo
con los que todos los seres humanos nacen pero que permanecen latentes en la
mayoría de las personas hasta el momento de la muerte. Incluyen la
conciencia primordial, la fuerza básica vital de la energía primordial, entre otros.
Las formas para cultivar la Vida funcionan principalmente con los
aspectos primordiales del sistema humano, y utilizan la meditación
estática como método principal de práctica.
Todos los estilos y escuelas del Chi-kung en su práctica, integran, de
alguna manera, tanto las formas dinámicas o en
movimiento (dung-gung) como las estáticas (jing-gung), independientemente
de donde cada una se centre.
Para unos, el objetivo puede
ser la lucidez espiritual, lo cual van a conseguirlo a través de la práctica de
la meditación estática, pero es
fundamental proteger la salud y enriquecer la vida de sus cuerpos físicos.
Para otros cultivar el poder marcial a través de las formas
en movimiento les va a llevar a que también tengan que practicar la meditación
estática para desarrollar el imperio de la mente sobre la energía, y para cultivar
la virtud espiritual como temple que les impida abusar de sus poderes marciales.
Ambos tipos de formas son el Yin y el Yang del Chi-Kung.
Esta manera de
categorizar las formas del Chi-kung se basa en el equilibrio relativo de la
quietud y el movimiento corporal y mental en cualquier forma específica
de práctica.
“Busca la quietud dentro del movimiento”: así podemos resumir una de las principales orientaciones en la práctica de las formas dinámicas.
Las formas dinámicas en movimiento se asocian más con el cuerpo y
con los aspectos externos de la práctica. Implican movimientos externos del cuerpo
mediados por una quietud interna de la mente.
Los principios básicos que dominan
todas las formas en movimiento
incluyen la ductilidad (rou), la lentitud (man), y la suavidad
(Ho) del movimiento, la estabilidad y el equilibrio en las
posturas físicas, y la regularidad rítmica en la sincronización de los
movimientos del cuerpo y la respiración.
El
objetivo de las formas en movimiento es mantener
las partes activas del cuerpo sueltas y flexibles con el fin de estimular la
circulación sanguínea y la energía a través del sistema, y armonizar el
movimiento externo de los miembros con el flujo interno de energía.
“Cómo buscar el movimiento en la quietud”:
podemos aplicar este principio a las formas inmóviles o estáticas, definidas
básicamente por la quietud externa del cuerpo, combinadas con el movimiento
interno de la energía.
Las formas estáticas se relacionan más con la mente, con los aspectos
internos de la práctica, con la función de la respiración
como vínculo funcional entre movimiento y quietud, lo interno y lo externo, el
cuerpo y la mente.
El principal aspecto de la
práctica estática consiste en mantener la mente totalmente sincronizada con la
respiración.
Pero hemos de tener en cuenta que
antes
de practicar cualquier forma estática, el cuerpo debería primero equilibrarse con una serie de ejercicios
de estiramientos y relajación, de la misma manera que la mente y las
emociones deben calmarse para prepararse para la práctica de las formas
dinámicas.
Como nos recuerda Bruce Lee: El
entrenamiento no trata con un objeto,
sino con el espíritu humano y con las emociones humana, y yo
añado que para el entrenamiento de la Naturaleza y la
Vida siempre debemos tener un espíritu moldeado con una buena gestión de las
emociones, nuestras emociones.
Nos encontramos en siete días en
este mismo lugar.
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