MINDFULNESS XXIX: LA AUTO-ACEPTACIÓN
LA AUTO-ACEPTACIÓNPor Beatriz Santos
El significado Mindfulness no puede ser capturado plenamente a través de las palabras, sino más bien vivenciándolo, ya que se trata de una experiencia no verbal y sutil. (Guranatana, 2002)
He querido comenzar con esta
frase porque es solo a través de las palabras (en este caso escritas), como yo
me comunico con vosotros, pero queriendo dejar constancia, una vez más, que
solo la práctica nos llevará a una comprensión a través de la vivenciación.
Va a ser la práctica quien nos
permita un aumento de:
- La Atención, en la actividad que estoy realizando en cada momento.
- La Tolerancia a lo que siento y pienso.
- La Auto-aceptación.
- La Auto-aceptación.
La atención, al igual que la memoria es selectiva, pero dentro de
este proceso, normalmente, nuestra atención raramente está centrada en lo que
hacemos momento a momento, cambiamos continuamente, sin apenas percibirlo. Mindfulness no pretende que la mente
se centre en algo sin mover este pensamiento sino que me posibilita el darme cuenta de
cuando mi mente se va, y en ese mismo momento, amablemente, con cariño, sin
juzgar, la traigo de nuevo a lo que estoy haciendo. Por el contrario, si
mi mente se va a otro pensamiento y me quedo enganchada a él no diremos que
esto es Mindfulness.
Las emociones, en ocasiones invaden y arrasan todo nuestro Yo,
precipitándonos a reaccionar y evitando dar una respuesta. Mindfulness, su
práctica, nos va a llevar a tener tolerancia a nuestras emociones, sin
rechazarlas, sin apegarnos en exceso. Nos va a permitir, en definitiva,
aceptar tanto las emociones positivas como las negativas.
El concepto de Autoaceptación encierra el hecho de aceptarnos tal como somos con nuestras cualidades y con nuestros defectos, pero también implica
aceptar sentimientos y emociones que evitamos porque tienen una connotación
negativa, como puede ser el sentimiento de rabia, el de orgullo, el de
víctima, etc.
Además de ir sintiendo cómo a
través de la práctica Mindfulness aumenta nuestra atención, nuestra tolerancia
y nuestra Auto-aceptación también iremos comprobando como nuestra empatía
y compasión, tanto hacia nosotros como hacia los demás, también
aumenta, así como el reconocimiento de nuestros límites (ecuanimidad), la
introspección (familiarización
con nuestra mente), la disminución del pensamiento circular y, por consiguiente,
nuestro pensamiento será un pensamiento más dirigido a la solución de
problema. Todo esto será posible a través de la aparición, presencia y
desarrollo del Yo-Observador también denominado Observador-Neutral.
Para que ello sea posible, en la
práctica se van cultivando determinados aspectos que son imprescindibles y sin
los cuales no estamos hablando de Mindfulness. Estos aspectos son:
-La intención de querer practicar. Tenemos que entrar en esta
actitud. Al comienzo es difícil adquirirla sola, sin ayuda de guía, solo a través de nuestra
práctica esta actitud comenzará a formar parte de la misma.
-La atención de la que ya hemos hablado.
Mientras practicamos necesitamos
centrarnos en lo que estamos haciendo, en el objeto que hayamos elegido para
esa práctica en concreto. Ya hemos hecho algunas prácticas, y como sabéis (ver posts anteriores) puedo centrarme
en la respiración, en el cuerpo, también podemos hacerlo en las sensaciones, en
las emociones, en los estados mentales, en un objeto concreto, etc. Sea lo que
fuere el objeto de mi Mindfulness concreto, debo tener la intención de llevar mi atención al mismo.
La aceptación de todo lo que venga, ya sean imágenes mentales, pensamientos, sensaciones que se produzcan, etc.
Mientras realizo mi práctica Mindfulness aparecerán pensamientos, emociones, sensaciones que pueden ser displacenteros. Cuando ello ocurre no intento cambiarlo, simplemente intento relacionarme con ellos de otra manera. Por ejemplo, puede aparecerme un sentimiento de tristeza, en lugar de rechazarlo le dejo estar, a la vez que si tengo que realizar otra actividad, la realizo a pesar de este sentimiento. Solo consiste en ser consciente, sin rechazar, sin apegarse.
Mientras realizo mi práctica Mindfulness aparecerán pensamientos, emociones, sensaciones que pueden ser displacenteros. Cuando ello ocurre no intento cambiarlo, simplemente intento relacionarme con ellos de otra manera. Por ejemplo, puede aparecerme un sentimiento de tristeza, en lugar de rechazarlo le dejo estar, a la vez que si tengo que realizar otra actividad, la realizo a pesar de este sentimiento. Solo consiste en ser consciente, sin rechazar, sin apegarse.
No se pretende controlar las
emociones, lo que se pretende, y la práctica contribuye a ello, es regular
las emociones, llevarlas a un espacio
donde yo pueda actuar y vivir con esa emoción.
Todo lo que aparezca voy a aceptarlo
y ello es un proceso cuyo comienzo está en darse cuenta.
Me doy cuenta, soy consciente de
que mi mente se ha ido a un pensamiento o sensación, o cualquier otro objeto
distinto al que tenía en mi Mindfulness y no me resisto, no fuerzo, simplemente
dejo ser, soy consciente, eso sí, de que mi mente ha cambiado de objeto.
Lo que resiste, persiste.
A veces queremos olvidar, incluso negar,
una situación displacentera, algo desagradable, y casi
imperceptiblemente lo rechazamos, le dejamos sin cabida aparentemente, sin embargo
sigue ahí taladrando la pared de
nuestras emociones que más tarde nos harán reaccionar impulsivamente. La
situación displacentera justamente por su resistencia a no traerla a nuestra
consciencia cada vez se va haciendo más y más grande, cada vez va
ocupando más espacio, un espacio que no percibimos pero que es el mismo espacio
mental al que tantas veces hemos aludido, y que la práctica Mindfulness
nos permite llenar con tan solo dejar que esa sensación o pensamiento
desagradable, y/o displacentero se coloque en él, le contemplemos y le dejemos
ser.
No es cambiar nada. Es
aceptar lo que soy, es aceptar esa parte de mí que tal vez no es agradable,
pero que forma parte de mi vida, y que con continuos movimientos inconscientes
vamos barriendo a un rincón del mismo hasta que en un momento determinado puede llegar a
estallar de la manera más imprevisible.
¿Os dais cuenta, queridos
lectores? Mindfulness es la práctica de la aceptación de nosotros mismos desde la
intención consciente y centrada a buscar y
encontrar ese espacio, ese espacio tan simple,
que se encuentra en nuestro interior y que nos permite sentir y descubrir que
tenemos todos los resortes, todos los mecanismos, todo el poder para hacer
todo, para transformar cualquier situación.
POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:
Comentarios
Publicar un comentario