LÍNEA PSICODINÁMICA XLVIII. ¿ES POSIBLE SUPERAR LA ENVIDIA?
¿ES POSIBLE SUPERAR LA ENVIDIA?
Por Beatriz Santos dieguez
La envidia es mucho más que querer, desear
o anhelar lo del otro.
Como vimos en el post
anterior, desde el psicoanálisis,
concretamente Sigmund Freud desde su
diván, nos habla de la envidia como “un
sentimiento de deseo intenso hacia algo
poseído por otro”. Situando tal sentimiento en una de las etapas
evolutivas del individuo: la etapa
fálica, localizada alrededor de los tres años.
Fue una de sus discípula, Melanie Klein (1882-1960), a través de sus trabajos realizados principalmente con niños, quien dando nuevas formulaciones en esta línea de trabajo, define la envidia como el sentimiento de agresión contra otra persona que posee algo deseable, y el impulso envidioso, como aquel mediante el cual se busca quitar o dañar aquello bueno del otro.
Envidiar es buscar y procurar que el otro no tenga lo que tiene, poniéndole zancadillas, denigrándolo, para que deje de tenerlo.
En Psicología, podemos situar al Psicoanalis
como la primera línea de trabajo del
psiquismo fuera de las paredes del
psiquiátrico, lo cual abre un nuevo campo en el que el paciente puede ser tratado
desde una óptica más humana que la utilizada hasta aquel momento. A la vez que
deja la puerta abierta para nuevas investigaciones y avances en su aplicación,
tanto dentro de la misma línea (Psicoanalítica), como de otras corrientes.
En lo que todas las corrientes psicológicas
coinciden es que la envidia proviene de nuestro
interior.
La característica
principal de un interior anidado por la envidia es la insaciabilidad que provoca insatisfacción de los propios logros.
La
envidia habla de nuestras carencias.
Centrarse
en los que el otro (el envidiado) tiene, en lugar de darnos cuenta y tratar de resolver el problema por parte de la persona que envidia (el envidioso) es lo que hace realmente dañina a la envidia.
Descubrir
que padecemos envidia es muy doloroso porque fomenta la angustia frente a lo que no hemos
conseguido y crea sentimientos de enojo
y odio hacia otra/s persona/s.
¿Es
posible superar la envidia? Aunque difícil es posible.
Difícil
si nos ponemos a la labor de intentar solucionarla sin un manejo adecuado de
nuestras emociones.
Posible,
si al darnos cuenta que es la envidia
el problema que tenemos, buscamos alguien que pueda guiarnos. Seguir una terapia.
La
labor del terapeuta consiste
en acompañar al consultante, cliente o paciente en el proceso de
reconocimiento de sus problemas, a la vez que poner a su disposición las herramientas adecuadas para transitar y
superar el problema.
A veces es en la misma
terapia donde se descubre la envidia
como el problema que nos está causando
un malestar inmanejable.
Es muy difícil de entrada que
cuando se va a terapia el
consultante, cliente o paciente especifique la envidia como causante del malestar. Normalmente la envidia es desplazada por una emoción de rabia hacia la persona envidiada,
utilizando el desprecio y expresando sentimientos de venganza hacia el envidiado.
En ocasiones hay una expresión
de malestar que se manifiesta por el hecho de que el envidiado posee cosas o situaciones
que el envidioso merece y, sin
embargo, lo posee el envidiado.
Pasos
importantes que ayudan a superar la envidia:
1.-Aceptación.
Implica ser consciente. Traer a la conciencia algo que estaba oculto, siendo
esto posible buceando en nuestro interior.
Asumir que se padece envidia es complicado por la humillación y el rechazo, tanto propio como exterior, que produce.
Una vez que se ha sido
capaz de aceptar que es la envidia la causante de nuestro problema,
podemos pasar a la siguiente fase:.
2.-No
juzgarnos, dejándola estar.
Al dejar que la envidia salga a nuestro exterior, a nuestra conciencia como causa de nuestro problema, vamos a comenzar a poner el foco sobre nosotros, haciéndonos cargo de ella
en lugar de en la destrucción o venganza del otro.
3.-Cuestionarnos a través de preguntas como:
¿Por
qué es importante para mi tener eso que el otro tiene,?
¿Para
qué lo quiero?
¿Por
qué no lo he conseguido?
¿Qué
necesito para poder conseguirlo?
¿Hay
alguna manera en que lo pueda conseguir?
Dichos cuestionamientos
nos va a permitir dilucidar lo que realmente queremos, a la vez que traer a la
superficie aquellas habilidades que tenemos para poder utilizarlas. Esto nos lleva
al cuarto y último paso:
4.-Bucear en las condiciones
que están actuando en el momento presente.
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Mirarte al espejo y reconocerte a ti |
Esto es importante y diría
que decisivo, porque habremos logrado sacar a la superficie aquello que quedó
anclado en edad temprana y nos va a permitir poder intervenir sobre “las condiciones concretas”, aquí y
ahora.
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Amor e inteligencia opuesto a envidia |
NOTA:
lo expuesto, solo puede suponer una guía muy básica sobre como poder trabajar
en una actitud (la envidia) que provoca
tantos malestares en los seres humanos.
El buen terapeuta se
ajustará al paciente, viéndole como persona única, con sus características
propias.
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