LÍNEA PSICODINÁMICA XLVI. LA PROYECCIÓN VERSUS PRINCIPIO DE TRANSPOSICIÓN
LA PROYECCIÓN VERSUS PRINCIPIO DE TRANSPOSICIÓN
Por Beatriz Santos Dieguez
Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. (Mateo 23:28).
Todo está escrito en la Biblia. Su interpretación es lo que, a veces, está sujeto a nuestro análisis de los hechos. Algo parecido pasa con la aplicación de la ley.
Los mensajes conocidos y difundidos a través del libro Sagrado (la Biblia), son un pequeño tesoro con explicaciones universales para solventar problemas también locales. Si a primera vista se nos escapa, solo hay que leerlo detenidamente en silencio y pronto hallaremos como cada uno de estos pasajes ha formado, forman y formaran parte de la historia de la humanidad y sus sociedades.
Veamos el versículo completo cuyo contexto pertenece a los Ocho Ayes contra los escribas y fariseos:
“¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de inmundicia. Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad…! ( Mateo 23:27).
Vamos a trasladarnos del Siglo V a. Cristo (Antiguo Testamento) y Siglo I d. Cristo (Nuevo Testamento) al finales del S. XIX y primera mitad del S. XX.
![]() |
Proyección como Mecanismo de defensa |
PROYECCIÓN
La proyección, tal como voy a hablar de ella aquí, es un mecanismo de defensa. Un mecanismo de defensa que forma parte de ese ramillete que Freud y más concretamente su hija Anna (Anna Freud) y otros psicoanalistas postfreudianos nos señalaron como constituyentes de la psique.
En El Yo y los mecanismos de defensa de Anna Freud aparece todo el abanico de mecanismos: nacimiento, desarrollo y enlace con toda la construcción de nuestro aparato psíquico, así como su utilidad y la relación que existe de ellos con las patologías.
Los mecanismos de defensa son movimientos del psiquismo mediante los cuales se evitan y excluyen de la conciencia las ideas o sentimientos no placenteros que surgen por las tensiones corporales a las que Freud denomina Pulsión y que diferencia del Instinto.
Los mecanismos de defensa están intrínsecamente ligados a la evolución de nuestro psiquismo.
Cuando éstos (los mecanismos de defensa) se anclan alargándose en el tiempo o utilizándose en demasía puede dar una pista al profesional de que hay un desarrollo conflictivo y en algunos casos patológico.
Aunque el psicoanálisis ha sido cuestionado en diferentes puntos, por diferentes motivos y desde diferentes tendencias hay algo que es incuestionable y que hoy reconoce todo terapeuta de cualquier tendencia: El descubrimiento del Inconsciente.
El Inconsciente es una entidad que forma parte junto a Consciente y el Preconsciente de la primera Tópica Freudiana que aparece en 1915.
Para hablar y entender del mecanismo de la Proyección el concepto del Inconsciente es esencial.
Un desván o tratero donde se guardan todos aquellos objetos que vamos desechando o nos resultan inservibles en un momento determinado, pero que han ido conformado nuestra historia, podría ser un buen símil con el que comparar el Inconsciente.
¿Cómo funciona la proyección?
La proyección, como todo mecanismo de defensa, quedó alojada en el inconsciente.
Proyectamos fuera (sacamos) lo que no nos gusta de dentro, sin tener conciencia de ello.
Es muy normal y nada patológico ver en el niño pequeño como señala a otro niño despiadadamente de algo que él exhibe sin el menor pudor.
La proyección es justo eso: Vemos en los demás cosas de nosotros mismos que no nos gusta y no aceptamos. Esto se produce a nivel inconsciente, porque conscientemente nosotros no sentimos que nuestra actitud sea así.
Ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo (Mateo 7:3) ejemplifica perfectamente al mecanismo de Proyección.
Cuando la proyección se encona, se traba, aparecen los conflictos sin resolver o patologías.
¿Solución?
Meternos en el desván (Inconsciente) y buscar hasta encontrar el objeto. Hay que buscar y buscar, levantar uno y otro objeto, a veces deshacerse de los que pudieran están encima. Es necesario hacer un trabajo de búsqueda y limpieza a fondo.
Para ello, lo primero es tener claro que estamos buscando. Tener plena conciencia de que hemos bajado (tratero) o subido (desván) a por un objeto determinado para no perdernos en el arsenal de trastos que aparecerán en su búsqueda.
Esto es posible hacerlo solos, pero en muchos casos se necesita de un especialista que nos acompañe en esa búsqueda. Recibir terapia.
La terapia funciona como una herramienta de búsqueda guiada y consciente.
Tal como hemos tratado aquí la Proyección, este es un mecanismo de defensa psíquico, que cuando nos damos cuenta que nos daña o dañamos a otros a través de él, tiene su tratamiento: la terapia. Pertenece al campo de la Psicología.
![]() |
PRINCIPIO DE TRANSPOSICIÓN |
PRINCIPIO DE TRANSPOSICIÓN.
Este mecanismo es más propio de la esfera social y se da y adopta mucho en la esfera política.
¿Qué es el principio de transposición?
Consiste en cargar en el adversario los propios errores, y responder siempre con el ataque.
¿En que se basa este principio?:
“Cuando no se pueden negar las malas noticias, la incompetencia, la mala fe y el desprestigio (por parte de quien le ejerce) se inventan otras (noticias) que sirvan de distracción”
Hablar de este principio es volver a la época Goebbeliana (Goebbels fue el ministro de propaganda Nazi).
Lejos de tratarse de un mecanismo de defensa, se trata de un mecanismo de ataque con el único fin de culpar al otro de nuestra incompetencia y/o maldad.
Todo ataque (cuando no es una respuesta a otro ataque, en cuyo caso sería defensa) se le supone preparación y una estrategia.
Los mecanismos de defensa y entre ellos la Proyección, buscan protegernos. Esta es su finalidad. Cuando se enconan pueden llegar a crear patologías, para las cuales hay tratamiento: las terapias.
La analogía utilizada con el Principio
de Transposición es la de mecanismo
de ataque. Usado en política
(ideología) se le presupone premeditación
y alevosía.
Al pertenecer a la conciencia esta forma de actuar, estos individuos hacen lo que hacen porque quieren. No tienen ningún conflicto psíquico, ninguna patología debajo que los haga actuar así.
La Psicología nada puede hacer al respecto, siendo la propia sociedad la que ha de buscar medidas para defenderse de sus ataques utilizando sus derechos.
Comentarios
Publicar un comentario