MINDFULNESS CIV.(104). EL TEJIDO DE LA VIDA

EL TEJIDO DE LA VIDA

Por Beatriz Santos Dieguez

Tan necesario es prestar atención a nuestras emociones, como  ser capaces de salir de determinados estados emocionales (Leslie Greenberg).

Vivir con inteligencia emocional no es sencillo. Es necesario ser fuerte, saber lo que sentimos y lo que queremos. Ser conscientes y decidir responder cuando y como el momento lo amerita, lo cual nada tiene que ver con  ser calculador.

Debido a la naturaleza misma de las emociones es fácil quedarse atascados en ellas, por lo que salir de una emoción, a veces resulta un problema. La emoción tiene un impulso por sí misma y cubre situaciones con sus propios colores, por lo que es mucho más fácil salir de un pensamiento o de la imaginación, ya que estos no llenan un espacio tan amplio como lo hacen las emociones.

Todo está interconectado. Encontrar como funciona esta conexión en nosotros nos ayuda a realizar el bordado del magnífico tejido que es nuestra vida.

El tejido original somos nosotros.

 El bordado que cada uno vamos configurando a lo largo de nuestro pasaje por los momentos, que forma y conforma, depende solo y exclusivamente de uno mismo, los demás están ahí para que vayamos viendo cómo va quedando ese trabajo, para que sigamos haciendo o deshagamos, en un momento, parte de la labor que vamos realizando momento a momento.

 Los demás, el afuera,  nos muestran, nos devuelven la imagen de cómo va confeccionándose esa labor. Solo nosotros podemos cambiar la trama y con ello la dirección  del bordado.

El hilo con el que vamos configurando la urdimbre o trama,  va guiado por la mano de las emociones en el momento dado. De ello debemos ser conscientes.

 ¿Cómo?
Las Emociones  producen sensaciones en nuestro cuerpo. Conviene estar pendiente de ellas.

¿Cómo?

 La respiración, es una buena herramienta, que nos puede ayudar a manejar el impacto de estas mediante el dejar fluir nuestros pensamientos, que vienen y van,  siempre que  les dejemos en libertad y no pujemos por taponarlos, negarlos, anularlos o anclarnos en ellos.

Existe,  una coherencia entre los estados emocionales y el cuerpo, así como entre la emoción, el lenguaje y el pensamiento.

Y con estos materiales es con lo que realizamos el maravilloso milagro que es la vida: Pensamiento, lenguaje, sensaciones, emociones… que desembocan en estados de ánimo y que nuestro cuerpo se encarga de acoger y manifestar.