MINDFULNESS XCIII. SENTIMIENTOS VERSUS EMOCIONES
SENTIMIENTOS VERSUS EMOCIONES
Por Beatriz Santos Dieguez
Cuando te haces amigo
del momento presente, te sientes como en casa dondequiera que estés.
Si no te
sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo donde quieras que vayas (Eckhart
Tolle. El poder del ahora)
Sentimientos y emociones forman parte de nuestro jardín de la emotividad.
Ambos florecen
y le dan vida, pero cada uno tiene su color, un color determinado que es bueno
diferenciar, para después entender mejor
cómo van penetrando en nosotros y nos van conformando.
Como ya expusimos, la
Emoción es una reacción Inmediata
del organismo que involucra distintas partes del cerebro, glándulas
endocrinas, hormonas, etc.
En
el Sentimiento
existe un componente cognitivo, en él
hay una visión, una idea que viene precedida de cierta reflexión al respecto.
¿Por
qué todas las clasificaciones que aparecen en la literatura son de las
emociones y no de los sentimientos?
Porque las Emociones se centran en el PRESENTE.
Y
solo en el presente podemos trabajar con ellas.
Ambos
conceptos forman parte de la condición humana, pero mientras en la emoción existe un
componente diríamos como de urgencia,
automático; en el sentimiento hay un componente
No Automático. De ahí que aunque muchas veces ambos conceptos los tratamos indistintamente,
la clasificación para su trabajo posterior
resulta más fácil acogiéndonos a las Emociones.
Vamos
a realizar otra distinción importante para la compresión del trabajo con las Emociones.
Las Emociones guían nuestras acciones hacia metas
inmediatas, lo cual
induce a que haya personas que piensen que vivir en el presente no es saludable
debido a que ello puede predisponernos a vivir una vida impulsiva y sin control.
Esto, a su vez, es debido a un error que consiste en:
La no distinción entre vivir en el presente, y vivir
para el presente.
Vivir para el presente es el equivalente a impulsividad, a hacer algo que nos
resulta agradable sin considerar las
consecuencias.
Vivir en el presente es un proceso que requiere consciencia.
Consciencia de nuestras reacciones inmediatas
en el entorno.
Hasta hace unas décadas,la Emoción
era considerada como una perturbación de la Razón. Lo cual llevó a considerar la emoción como un enemigo
del logro y la aplicación, y a la Creencia de que la Emoción ha de ser
controlada.
Hoy sabemos que las emociones no son simplemente interrupciones del curso de la
vida que hace falta controlar. Son procesos organizadores a los que es
necesario prestar atención, que se basan en el Presente pero están mediatizadas por el Pasado, y ejercen influencia sobre el Futuro.
Nuestras reacciones
actuales a las circunstancias y a las relaciones se han forjado en nuestra historia emocional. Ello es debido a que
nuestras emociones se generan por el recuerdo, residen en nuestra memoria
emocional, pero también pueden producirse
por la anticipación de eventos futuros.
La
habilidad para proyectar las consecuencias futuras de nuestras acciones y de
integrarlas con la experiencia presente nos conducen a acciones más sanas. Por
ello es importante que reconozcamos la profundidad en que nuestras emociones
gobiernan el presente y nos orientan en
nuestro mundo.

Actuar
de forma saludable respecto a las emociones consiste, por una parte en que
nos demos cuentas de las emociones, pero por otra en considerar las posibles
consecuencias de nuestras futuras
acciones.
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