Mindfulness XX: Atención plena versus meditación
Mindfulness XX: Atención plena versus meditación
Por
Beatriz Santos
Consumimos la vida acumulando muchos conocimientos e información, pero no ganamos sabiduría, ni armonía ni calma profunda. (Ramiro Calle, Serenar la mente, EDAF)
Dicho esto, es
importante que algunas dudas que pueden ir quedando en el camino intentemos
disiparlas, más que como dudas, como curiosidad. Una de estas dudas es posible
que se corresponda con la interrogante que en alguna ocasión se nos ha
planteado acerca de ¿qué diferencia hay entre Atención Plena (una de sus traducciones) y Meditación?
Atención Plena implica estar presente en este momento, sin distracciones. Implica hacer permanecer la mente en su estado natural de consciencia, libre de cualquier pensamiento parcial o juicio.
La Atención Plena es la habilidad de estar presente, descansar en el momento, sin importar qué estemos haciendo. La Meditación es el mejor modo de adquirir esta habilidad. Como resultado de ello aparece un Espacio Mental, el cual hace referencia a una sensación subyacente de tranquilidad, una sensación de plenitud o de satisfacción inalterable, sin importar qué emoción pueda estar en juego en ese momento.
El Espacio mental se puede experimentar con la misma claridad en periodos de tristeza o ira como en momentos de excitación y alegría, no es una cualidad de la mente que dependa de las emociones superficiales, es estar bien con cualquier pensamiento que estés experimentando o cualquier emoción que estés sintiendo.
Estamos y vivimos en
la agitación, y desde la agitación tendremos que poner los medios para que esa
energía de quietud se manifieste, sabiendo que son los pensamientos, nuestros pensamientos,
los que se encargan de enredar en la superficie.
Hay un área en
nuestra mente que los maestros indios llaman el área de maya o zona de ilusión.
Es una película repetitiva, y que no cesa. Es el pensamiento mecánico que nos
piensa, nos somete a toda clase de variaciones anímicas, nos fatiga y nos
hostiga sin cesar… Es como estar todo el día visionando una película aburrida,
mediocre y sin ninguna creatividad: así son nuestros pensamientos… (Serenar
la mente, como lograr la calma y la paz interior. Ramiro Calle, p. 29).
Este ronroneo
continuo que nos impide la quietud que conlleva la calma es comparable a lo que
ocurre cuando caminamos por una playa de aguas cristalinas: la arena comienza a
moverse con nuestras pisadas, al mover nuestros pies, y se mezcla con el agua,
que deja de ser cristalina para pasar a enturbiarse.
Asi es como
normalmente mantenemos nuestra mente, con nuestros pensamientos (la arena de la playa)
la removemos a lo largo del día, llegando al final del mismo sin tener nada
claro y con esa sensación de embotamiento tan característica de lo
turbio.
Mindfulness nos da la
opción, nos permite quedarnos quietos y hacer que la arena (de los
pensamientos) sedimente de nuevo para
poder ver el fondo; es una técnica que nos permite parar, calmarnos, ver el
fondo a través del agua ya transparente y cristalina, y en él lo que está
ocurriendo.
La mayoría de las
personas funcionamos con un pensamiento circular: hacemos siempre lo mismo y
volvemos al mismo sitio siempre, me subo aquí y me quedo aquí todo el tiempo
que haga falta, y más que encontrar nuevas soluciones rumiamos las mismas sin
resolver mucho.
Recordemos la imagen
gráfica del mono que saltaba de rama en rama sin quedarse en ninguna (post XVII
de esta misma línea).
¿Qué tendríamos que
hacer para educar al mono? O siguiendo la misma imagen gráfica: ¿Cómo educaríamos
a un niño?
Sabemos que desde
los gritos y los malos modos va a ser muy difícil; aunque el niño obedezca lo
hará por temor y no desde la convicción que conlleva la curiosidad de éste por
aprender. Lo haríamos desde el cuidado, de la manera más cálida y grata posible, desde la ternura y el amor. Si el
niño no responde, posiblemente se lo explicaríamos de otra manera y si esto
tampoco resulta, buscaríamos otra explicación que le fuese compresible, la clave
es la
paciencia. La educación del niño implica paciencia, cariño y compasión.
Mindfulness nos permite
tener a nuestro alcance las mismas herramientas que conlleva la educación del
niño, porque a través de esta técnica educamos o
reeducamos nuestra mente con paciencia (aplicándola
con continuidad), con cariño
(no hay crítica) y compasión (no hay autocastigo, ni deseo de autoperfección
cuando esta sale de distinta manera a como esperamos).
Por otra parte hemos
de darnos cuenta que hay una fuerte
tendencia de la mente condicionada de ir al pasado o viajar al futuro.
Con la práctica de Mindfulness fortalecemos la capacidad de atención para estar estabilizada en el momento presente, para ver las cosas como son. Y en este sentido Mindfulness de la respiración es un buen lugar para estabilizar y entrenar la atención, para estar siempre en el momento presente, pues la respiración está siempre en el momento presente.
Con la práctica de Mindfulness fortalecemos la capacidad de atención para estar estabilizada en el momento presente, para ver las cosas como son. Y en este sentido Mindfulness de la respiración es un buen lugar para estabilizar y entrenar la atención, para estar siempre en el momento presente, pues la respiración está siempre en el momento presente.
La respiración es un
ancla que podemos lanzar cada vez que el
barco de nuestra mente comienza a zozobrar en el puerto, pero tenemos a nuestro
alcance otros objetos con los que iremos trabajando porque forman parte de
nuestra mente y de nuestro día a día.
Mindfulness del cuerpo
nos ayudará a vivir, ya que el cuerpo siempre está en el momento
presente. Si estamos conectados al cuerpo estamos conectados con el
momento presente. Tener conciencia del cuerpo es una buena práctica para
cultivar la Atención Plena.
Los pensamientos
y las emociones forman parte, muy importante, de nuestra vida como
seres humanos. Además de con estos contenidos de la mente como son los pensamientos
y las emociones prestaremos atención a la mente en sí misma, es
decir a los estados mentales ya que la relación de la mente con lo que está
sucediendo es fundamental en Mindfulness.
La vida nos va a
presentar retos, situaciones que nos gustarían que fueran diferentes o que se
desarrollaran de otro modo, pero ello forma parte del hecho de ser humanos, de
vivir en este mundo. La meditación no puede cambiar eso, ni
nada puede hacerlo. Tendremos situaciones que requieran cambios, incluso de
forma perentoria, y necesitamos afrontarlos con habilidad y en un estado
de Atención
Plena.
Cuando se trata del
modo en como pensamos y sentimos acerca de estas situaciones, el punto de
partida es darnos cuenta de que es la
mente misma quien define nuestra experiencia. Por esta razón el entrenamiento
de la mente es tan importante.
Cambiando el modo en que vemos el mundo, estaremos cambiando verdaderamente el mundo que nos rodea (Andy Puddicombe)
Terminaremos con una
frase de Deepak Chopra “Cuando adviertas que tu mente está realizando una
actividad que te saca del momento presente, simplemente detente”
Deseando que tu día
a día, tu momento a momento se convierta en un vergel de vida me despido hasta
nuestro siguiente encuentro.
POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA
TEMÁTICA:
[1] El
silencio que buscamos y encontramos en Mindfulness a través de la meditación no
es un silencio exterior, no necesitamos un lugar con poca luz y sin ruidos, es
un silencio interior que consiste en calmar la mente.
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