ADICCIONES VI. ADICCIONES DE LA IMAGEN: LA ORTOREXIA
LA ORTOREXIA
Por Beatriz Santos Dieguez
Las nuevas formas de consumo, la
globalización de la información mediante internet y medios de comunicación en general,
han ayudado a que ciertos trastornos que ya existían crezcan exponencialmente
en muy poco tiempo y de manera distinta a como originalmente se les definió.
La rapidez de los cambios y la novedad de los mismos, ha contribuido a que actualmente siga existiendo una falta de consenso en determinados
trastornos que provocan problemas psicológicos asociados a factores que aunque han existido siempre hoy aparecen de manera distinta.
Los modelos de belleza que cada vez van tomando más terreno en
nuestra cultura, tan alejados de la
realidad, junto a frecuentes
problemas de autoestima y en las relaciones sociales, constituyen un excelente
caldo de cultivo para que lo que antes se consideraba una saludable
actitud, como la preocupación por la salud y/o el aspecto físico, hoy aparezca en forma de problemas de salud
que en muchos casos pueden considerarse una adicción.
Existen referencias muy antiguas
de trastornos parecidos a la Bulimia, la
Anorexia, la Ortorexia, o la Vigorexia.
Pero es en el siglo XX cuando se describe la Anorexia y la Bulimia tal y como hoy les conocemos.
La Ortorexia es descrita ya
metidos en nuestro siglo XXI, y apenas
existe un acuerdo entre los profesionales.
La Vigorexia aún no está catalogada en los manuales de
psicopatología.
Si nos preguntamos por qué
trastornos como los mencionados pueden considerarse como una adicción, la respuesta es clara “se repiten comportamientos compulsivos que
de no realizarse generan malestar”.
Podemos pensar que en
estos trastornos, debido a la ingestión exagerada de ciertos complementos
como laxantes (en el caso de algunos trastornos de la alimentación), o de
vitaminas, proteínas y algunos fármacos como los anabolizantes (en la Vigorexia) estarían más cerca de la drogadicción,
sin embargo, la problemática en ellos
radica en la importancia que se le da a la IMAGEN.
Estamos hablando de adicciones comportamentales.
Debido a la fina línea que existe entre lo que se considera
“sano” y “no sano”, la clave para
sospechar cualquier trastorno de este tipo es darnos cuenta que el mismo nos
está causando daño a nosotros mismos tanto físico, social, como emocionalmente, y muy
posiblemente también a nuestro entorno..
La ORTOREXIA
o la “obligación de comer sano”, es
un problema relacionado con los hábitos de la alimentación.
En ella existe una EXAGERADA preocupación por la comida que se consume.
En ella existe una EXAGERADA preocupación por la comida que se consume.
Suele manifestarse en personas
con comportamientos Obsesivos-compulsivos.
Algunas personas que la padecen
han sufrido anteriormente de anorexia nerviosa y al recuperarse optan por
introducir en su dieta solo alimentos de origen natural, sin pesticidas, cultivados ecológicamente,
sin grasas, evitando las carnes, incluso el azúcar.
Esta búsqueda de los sano genera auténticos rituales al lavar
los platos, preparar los alimentos o en la preparación de material de los útiles de cocina de una
manera determinada, a los que se les dedica mucho
tiempo, y que acaban interfiriendo en la vida cotidiana de los afectados y de las personas que conviven con ellos.
Los ayunos a los que se someten por la culpabilidad que les
provoca el incumplimiento de estas reglas autoimpuestas acaban
degenerando en una carencia de
nutrientes esenciales.
A diferencia de otros trastornos
alimenticios, los ortoréxicos exhiben
sus reglas de alimentación con orgullo frente a otras personas,
menospreciando a aquellas que no siguen reglas dietéticas, por lo que el
paciente puede verse abocado al aislamiento social.
La Ortorexia nerviosa suele
comenzar con hábitos de vida saludables que se convierten en obsesión y que
terminan haciendo que las personas que
la padecen centren su vida en ello, afectando esta conducta a todas, o casi todas las áreas de su vida.
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